Un nuevo modelo de externalización (tercerización/outsourcing) en la administración pública
Resumo
Esta ponencia presenta una visión panorámica del nuevo modelo de externalización que intenta abarcar la complejidad de la gestión pública y desarrolla uno de sus aspectos: el control. Las administraciones públicas modernas han de hacer frente a nuevas obligaciones diversas e inmediatas, crecientemente segmentadas porque los ciudadanos no constituyen un colectivo homogéneo. La externalización puede ser un mecanismo apropiado para cumplir estas obligaciones. La afirmación anterior es simple pero de gran calado: significa admitir que es posible diversificar el "cómo" se presta un servicio público sin que éste pierda su naturaleza. Una de las consecuencias de esta afirmación es que el modelo organizativo de la Administración pública no es inmutable, lo cual constituye un factor clave de adaptación a un entorno cambiante. El nuevo modelo de externalización induce, por tanto, características específicas al nuevo modelo organizativo de la Administración del siglo XXI. El proceso de externalización ha de ser sistemático y de doble vía, esto es, ha de permitir tanto la externalización como la recuperación de una externalización anterior, si ya no cumple los requisitos que la justificaban. El control de la externalización tiene un enfoque basado en la calidad (se apoya en los modelos más extendidos de gestión de la calidad), y su finalidad es la de asegurar el correcto funcionamiento operativo del servicio. Se trata de un control real, cuyo efecto lo percibe el ciudadano no de un control administrativo. El diseño del sistema de control incluye la definición de indicadores, la estructuración de éstos en un cuadro de mando específico, la introducción de distintas instancias de control y la consideración de elementos cualitativos que ayuden a definir un "punto óptimo de control" en el que haya un equilibrio razonable entre el costo del sistema de control y los beneficios que éste aporta.