Una propuesta sobre la organización de la administración pública
Resumo
Los principios de la organización de la Administración Pública. La nueva Administración Pública del siglo XXI se ha de organizar de acuerdo a unos principios que tengan en cuenta la realidad en la que ha de actuar y especialmente las relaciones con los ciudadanos. De entre estos principios destacarían, a título de ejemplo: -La simplicidad, claridad y transparencia. -La responsabilidad. -La orientación del funcionamiento de la Administración hacia los resultados. -La asignación de las funciones de conocimiento y toma de decisiones a favor de los órganos más próximos al lugar donde se produce la actividad que reclama un pronunciamiento y donde se puede resolver con la máxima eficacia y eficiencia. -La introducción de mecanismos organizativos que promuevan la mejora continua y el cambio organizativo interno y faciliten la acción preventiva de la Administración como estrategia de aumento de la eficacia y de la reducción de costes. -La optimización de medios personales y materiales en la asignación y coordinación de funciones entre órganos y entidades. -La subsidiariedad de la actuación administrativa respecto a la de la sociedad y las otras administraciones más próximas al ciudadano que actúan en el territorio. Las diversas formas de prestar los servicios públicos desde el punto de vista de la Administración Pública: -La relación principal-agente. -La colaboración interadministrativa. Resulta básico definir el campo de actuación de la Administración Pública. La crisis del Estado intervencionista y del Estado de mínimos meramente testimonial lleva a la necesidad de determinar cual es el ámbito en el que ha de actuar la Administración. Esta definición ha de tener en cuenta múltiples factores de carácter político, social, técnico y económico. Es aconsejable una estructura dual, con departamentos/ministerios pequeños, poco numerosos, encargados de la elaboración de las políticas, la planificación, la asignación de recursos y la evaluación/control y una profusión de organismos/agencias ejecutivas con una amplio margen de autonomía, ejecutores de las políticas. Es necesario ir hacia unas administraciones conectadas para dar un servicio integral al ciudadano (ejemplo: el proyecto de la Administración Abierta de Catalunya, AOC) y a la necesidad de construir una visión compartida por todas las administraciones públicas independientemente de coyunturas políticas. La prestación directa de los servicios públicos: las agencias ejecutivas y los directivos públicos. -las agencias ejecutivas, -los directivos públicos. Aquellos servicios públicos que preste directamente la Administración Pública se deberán prestar de la manera más eficaz y eficiente posible, garantizando, al mismo tiempo, la calidad del servicio y su adecuación a los fines que ha de perseguir la Administración en su actuación. Esto aconseja la utilización de fórmulas organizativas diferentes a las que se están utilizando actualmente y a potenciar figuras emergentes que, probablemente, carecen de una cobertura legal y organizativa suficiente. Destacan aquí las agencias ejecutivas como la fórmula organizativa a utilizar en la prestación de los servicios públicos o en la producción de bienes públicos, con la consiguiente necesidad de definir sus funciones, recursos y objetivos, las relaciones con el núcleo principal de la Administración, el control que este ejercitará y el perfil que ha de tener del responsa ble de dirigirlas. Se trataría de unidades o centros de gestión que concentran todas las funciones necesarias para producir/prestar la totalidad de un servicio público y gozan de una amplia autonomía de gestión a cambio de tener controlada su actividad por los resultados tangibles y evaluables que obtengan. Este modelo se dirige a: -La obtención de resultados. -La aproximación a los usuarios y sus necesidades. -El desarrollo de las capacidades directivas. -A liberar al centro de capacidades estratégicas. Los elementos constitutivos del modelo son: -La agrupación de funciones por bienes o servicios prestados. -La separación de responsabilidades políticas y de gestión. -La autonomía de gestión. -El control basado en los resultados. También destaca la figura del directivo como el responsable de la gestión y de la consecución de los resultados. Se trata de profesionales sujetos a evaluación y a la temporalidad en el cargo.