Una visión estratégica del proceso de planeación nacional
Abstract
Conforme al dogma neoliberal, la participación del Estado en la economía es considerada como un elemento perturbador del funcionamiento de las fuerzas del mercado, además de que representa cargas adicionales en el gasto público que al provocar desequilibrios fiscales obliga a un mayor endeudamiento público, sembrando con ello las semillas de recurrentes crisis. Estas premisas han servido de guía a los procesos de apertura comercial, eliminación de subsidios y privatización desarrollados por la mayor parte de los gobiernos de América Latina, provocando también que el Estado, confiado en la aparente racionalidad de la economía de mercado, abandonara una de sus responsabilidades más importantes: la de servir de rector del desarrollo mediante la planeación nacional cristalizada en un Proyecto de país a mediano y largo plazo, lo cual ha significado que: - Se ignore que a diferencia de lo que ocurre en países avanzados, donde su problema radica en la utilización plena de su capacidad instalada, para las naciones en desarrollo su desafío es el de crear una capacidad que no existe. Pero, el radar de la economía de mercado sólo apunta hacia donde existe poder adquisitivo y excluye al resto, lo cual está exacerbando las desigualdades sociales y regionales. - Al no existir un Proyecto, las estrategias se han convertido en fines en si mismas, perdiendo de vista, que lo que mide el avance de una nación es el desarrollo humano de sus habitantes y no el comportamiento de las variables macroeconómicas. Éstas son sólo registros del pasado, no nos dicen nada del porvenir. - La complejidad del mundo contemporáneo demanda que los gobiernos mantengan un entendimiento estratégico de la realidad, a riesgo de verse rebasados por ella. Esto significa incorporar en el proceso de la planeación nacional, las implicaciones del avance tecnológico y de las transformaciones de la industria y el comercio. La ponencia propone una metodología novedosa, que recogiendo las experiencias del autor en el ámbito público y privado permite: delinear y darles seguimiento a los aspectos fundamentales del Proyecto Nacional, alinear todos los elementos críticos para hacerlo realidad, y representarlos de una manera gráfica para darles una visión integral. Así se parte de un primer plano, donde se caracteriza al país que se desea construir y el grado de desarrollo humano que se propone para sus habitantes. A partir de esto en orden lógico se alinean tres planos interrelacionados: el económico, reflejando que la economía es el medio y no el fin del desarrollo; el de las políticas y elementos clave, donde se incluye el ciclo políticas públicas que considera desde su diseño hasta los ajustes derivados de su evaluación periódica, la administración pública y la infraestructura, y por último, destacando el papel básico de la población en su propio progreso, se coloca el plano del capital humano.