Principios democráticos y no discriminación en la Unión Europea

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Data
2014Autor
Molina del Pozo, Carlos Francisco
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Dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos son los valores fundamentales de la Unión. Todos los Estados miembros los comparten, y deben ser respetados por cualquier país que desee adherirse a la Unión Europea. La defensa de estos principios democráticos, así como de la paz y el bienestar de sus pueblos, a los cuales se añaden otros más específicos, como el principio de no discriminación, pasaron a ser, tras la última reforma de los tratados, objetivo primordial. Estos principios constituyen el marco de referencia de la identidad de la Unión, y han de regir la actuación de los poderes públicos. Eso se traduce, en lo que se refiere a la administración pública, en una serie de medidas, con el fin de lograr una mayor transparencia y un acercamiento al ciudadano, que siente cierto desapego en torno a la administración pública europea. En efecto, uno de los mayores problemas al que se enfrenta la construcción europea consiste en restablecer la confianza (en gran parte) pérdida entre la ciudadanía y sus instituciones. Calificado en muchas ocasiones como opaco, el proceso decisorio propio de la Unión Europea tiene que reinventarse, integrando nuevos intereses hasta ahora totalmente ignorados. La sistematización de un diálogo amplio con los distintos sectores de la sociedad (sociedad civil, entes locales y regionales, investigadores) antes de iniciar el proceso legislativo, constituye un ejemplo que iría en esa dirección de renovar el llamado método comunitario. El desafío es importantísimo, ya que la profundización en la integración del continente europeo sólo puede hacerse mediante una aceptación total del proyecto que persigue una mayor democratización de los poderes públicos, por parte de los actores que lo constituyen.