Diseño de políticas públicas y evaluabilidad: pautas para la transparencia
Resumo
Buscar técnicas y metodologías para dar racionalidad a las políticas que deben implementar las entidades del Estado, y estimar sus efectos socioeconómicos (esperados o no esperados), es, en las últimas décadas, la principal preocupación de los analistas de políticas públicas. Pero también los gestores y policymakers quieren conocer y tener esas herramientas con las que puedan hacer mejoras para alcanzar los logros que persiguen. Cierto es que no siempre los cambios hacia la introducción de mejoras se sitúan en el ámbito del diseño de la intervención, si bien debe tenerse en cuenta que sobre éste recaen, finalmente, una gran parte de los elementos susceptibles de mejora o adecuación. Con todo ello, cuando se hace referencia a la incorporación de mejoras o a la transferencia de programas o políticas sobre las que decidir su adaptación al contexto propio, lo más habitual es que tanto las mejoras como las adecuaciones exijan introducir cambios en el diseño de las intervenciones. Y es por ello, por lo que se puede concluir que la adecuación y mejora de los diseños programáticos se erige como función esencial de las labores de evaluación. Es por ello por lo que proponemos una evaluación de políticas públicas con un enfoque constructivista, participativo, pluralista y propositivo, pero que permita, a su vez, estructurar y explicitar las estrategias de intervención para favorecer una cultura de transparencia y comprensión de la acción de gobierno. Un modelo sobre el que el diseño de las estrategias quede explicitado de forma coherente y racional con una estructura lógica y explícita que permita dar a conocer la política en todas sus dimensiones. Y un modelo asimismo, en el que el seguimiento orientado a la evaluación debe ser optimizado aprovechando los sistemas de información disponibles en las unidades de gestión.