Condiciones previas e ineludibles para la inclusión de personas con discapacidad a la administración pública: la accesibilidad
Resumen
El colectivo integrado por las Personas con Discapacidad ha sufrido todo tipo de discriminaciones desde el comienzo de los tiempos. Ahora bien, a partir de la Convención Internacional sobre Derechos de las Personas con Discapacidad y la instalación el modelo social de discapacidad, se plantea el respeto a la igualdad y a la libertad de los miembros de este colectivo, a fin de que estas personas puedan perfilar autónomamente su plan vital y, en este sentido, alcanzar la autonomía moral, sin injerencia extraña alguna y sin obstáculos que limiten tal elección. En estas condiciones es como se construye la dignidad humana, siendo éste el presupuesto fundamental de todo discurso de derechos. Uno de los principios angulares para la construcción de la dignidad humana de las Personas con Discapacidad es la accesibilidad, tanto en su dimensión sujetiva, en atención a que los entornos accesibles no sólo benefician a las Personas con Discapacidad, sino que a toda la comunidad; como en su dimensión objetiva, esto es, como característica propia del urbanismo, de las edificaciones, del transporte y de los sistemas y medios de comunicación sensorial, que permite su uso a cualquier persona con independencia de su condición física, psíquica o sensorial. Sin embargo, las Personas con Discapacidad deben sortear frecuentemente barreras en la movilidad, barreras en la comunicación e información, así como barreras actitudinales. Dichas barreras dificultan la incorporación de las Personas con Discapacidad a la vida laboral, ya sea en el ámbito privado como en el ámbito público. En este sentido, el derecho al trabajo, desde el discurso de los derechos humanos de las Personas con Discapacidad, incluye procesos de selección de personal que no discriminen, la continuidad en los puestos de trabajo, ascensos, readaptación y reubicación profesionales, así como una remuneración igual, no limitándose simplemente a la posibilidad de realizar una labor libremente elegida. En atención a esto, es imperativo que los gobiernos inviertan todos sus esfuerzos para remover aquellos obstáculos que constituyen impedimentos para el desarrollo normal de las labores de las Personas con Discapacidad, haciendo que les sea aún más difícil el ejercicio de sus funciones, resulta clara la injerencia que tiene la accesibilidad a fin de lograr la efectiva inclusión de este colectivo a la administración pública. En tal sentido, deviene cristalino que el logro de la accesibilidad constituye proceso progresivo. Por ello, es importante iniciar una revisión exhaustiva e integral de las instituciones y servicios, a fin de identificar aquellos obstáculos que deben ser removidos y, en base a los resultados, realizar una planificación realista y pragmática para la remoción gradual de los mismos. Recién cuando esto se realice, se podrá hablar de la inclusión de las Personas con Discapacidad en la administración pública con respeto a los principios de igualdad y no discriminación.