Participación y descentralización : nuevos retos para las políticas de desarrollo rural
Resumen
El futuro de las áreas rurales en Europa Occidental es un tema de creciente interés entre los responsables políticos, por el avanzado grado de deterioro social y económico que se ha alcanzado en un número importante de las áreas desfavorecidas. Las consecuencias que esta evolución puede tener pasan, entre otros aspectos, por un crecimiento de los desequilibrios regionales, la desarticulación territorial y el deterioro del paisaje rural tradicional. Conscientes de la necesidad de una diversificación productiva que permita la apertura de nuevas vías de dinamización y creación de empleo en estas áreas, los responsables de la Unión Europea han puesto en marcha desde los inicios de los 90 programas de diversificación y apoyo a la actividad productiva en áreas rurales desfavorecidas. Estas actuaciones está concebidas desde una aproximación "bottom-up", de acuerdo con los principios de participación activa de la población local, aprovechamiento de los recursos locales e integración de todas las potencialidades -participativa, integrada y endógena. En las áreas rurales españolas existen todavía algunos elementos negativos para la puesta en funcionamiento de políticas de desarrollo rural. Principalmente se trata de la falta de confianza en este tipo de políticas cuando son diseñadas y gestionadas desde fuera del área en la que se aplican. En particular, en las áreas rurales desfavorecidas de España han de abordarse en profundidad varios aspectos clave: 1. Incremento de la participación de los actores locales y de la implicación de la sociedad local en un proyecto común; su participación en los planes de desarrollo ha sido más teórica que real, si bien la filosofía de los Grupos de Acción Local en la Iniciativa LEADER constituye un marco adecuado para fomentar la participación. 2. Territorialidad. La especificidad de la problemática de las áreas rurales requiere un tratamiento territorial para coordinar efectivamente las políticas de desarrollo, superando los enfoques sectoriales que con frecuencia conducen a solapamientos, conflictos de competencias y objetivos contrapuestos en un mismo territorio. 3. Gestión a escala local - coordinación a mayor escala. Las políticas y programas de desarrollo rural gestionados a escala local muestran importantes ventajas: mayor conocimiento e implicación por parte de los gestores, mayor eficacia en los procedimiento burocráticos (solicitudes, pagos), mayor participación local, mejor información, etc. Sin embargo, la falta de una visión global apoya la necesidad de una tarea de coordinación a escala más amplia (regional, estatal o comunitaria) que controle las posibles desviaciones o deficiencias en la gestión en casos particulares. 4. El papel esencial del gestor. El gestor local de una iniciativa de desarrollo requiere tanto una formación académica específica, que necesita ser creada, como ciertas cualidades personales que podrían describirle como una persona que "está disponible todo el día, todos los días". En este sentido, la función del gestor y del Grupo de Acción Local como líderes del proceso de cambio económico y social de la zona, son esenciales. 5. Seguimiento y evaluación efectivas. Gran parte de las instituciones y expertos entrevistados coinciden en que un buen proceso de evaluación en las políticas actuales ayudaría a mejorar los resultados y eficacia de las políticas futuras mediante la detección de carencias o disfunciones en el proceso de gestión.