El perfil geográfico del homicidio en las entidades federativas mexicanas 1995-2010: una aproximación institucional
Abstract
El homicidio en México ha variado tanto en intensidad como en su ubicación geográfica. La mayor parte de las explicaciones señala al narcotráfico y la lucha contra éste como el principal factor; sin embargo, esto únicamente es válido para el periodo entre 2007 y 2010; de manera que los planteamientos han sido insuficientes. Así, los objetivos de este trabajo son señalar que: a) no toda la violencia proviene del narcotráfico, y b) las instituciones y su debilidad importan para explicar la violencia. Las preguntas de investigación son ¿qué explica el homicidio en México y por qué unos Estados son más violentos que otros? El argumento central es que bajo condiciones de incertidumbre y de debilidad institucional, los individuos tendrán incentivos para no seguir las reglas del juego; por lo que utilizarán los medios que estén a su alcance para conseguir sus objetivos. En otras palabras, si la supervivencia está en juego y las instituciones no son capaces de brindar opciones de desarrollo, los individuos serán más proclives a utilizar medios violentos. Con base en la teoría de la anomia institucional, se construyen dos modelos que son analizados mediante dos tipos de pruebas estadísticas: 1) Mínimos Cuadrados Ordinarios (OLS), y 2) Regresión Geográfica Ponderada (GWR). El propósito de utilizar ambas pruebas es discernir si existen variables que están asociadas con mayor intensidad a la violencia, según su ubicación geográfica y que no estén relacionadas con el narcotráfico. Los principales hallazgos son tres. Primero, conforme a los modelos planteados, la incertidumbre a largo plazo explica hasta 50% de la variación de los datos. Segundo, el porcentaje de hogares con jefatura femenina y la desconfianza en el gobierno son variables que están positiva y significativamente asociadas con el homicidio. Tercero, no se pudo determinar heterogeneidad espacial, debido a que los modelos planteados adolecen de problemas de colinealidad local. A partir de los resultados obtenidos, se concluye que es fundamental para los gobiernos fortalecer tanto su legitimidad, como la integración y solidez de las familias, de tal forma que los individuos tengan mecanismos y expectativas de desarrollo, diferentes al uso de la violencia.