Metodología de diagnóstico del marco institucional para la lucha contra la corrupción
Resumo
Consciente del impacto de la corrupción en el desarrollo de los países y de acuerdo con su mandato de alentar el desarrollo económico y social de sus países miembros prestatarios, el Banco Interamericano de Desarrollo (en adelante BID) ha decidido profundizar su trabajo en esta área, para lo cual ha preparado un Plan de Acción con el objetivo de fortalecer el apoyo que el Banco brinda a los países de la Región en materia de prevención y control de la corrupción (PAACT). Entre otras cosas, este Plan propone fortalecer la capacidad de análisis y diagnóstico del Banco en materia de gobernabilidad y anticorrupción a nivel de país, sector e institución, para poder identificar las vulnerabilidades específicas a cada contexto. Uno de los elementos esenciales para el desarrollo del Plan es el fortalecimiento de la capacidad del BID para dialogar con los países respecto a sus necesidades en materia de prevención y control de la corrupción y fomento de la transparencia, con el objetivo de asegurar que las intervenciones respondan a las necesidades de los países y a las particularidades de cada contexto nacional y sectorial. En este sentido, el BID ha desarrollado el Índice para la Medición de la Institucionalidad Contra la Corrupción (IMIC) que es una herramienta que permite sistematizar y analizar información respecto al marco institucional de prevención y control de la corrupción a nivel de un país, midiendo los riesgos y vulnerabilidades de un país frente a la corrupción. El IMIC busca medir la fortaleza y calidad de los mecanismos institucionales que posee un país para desincentivar la corrupción. El IMIC se enmarca en los lineamientos de las Convenciones Internacionales contra la Corrupción vigentes en la Región, y se focaliza en la valoración de la existencia, adecuación y eficacia de diferentes arreglos institucionales enmarcados en ocho pilares: a) cuatro pilares relacionados con la gestión del gobierno ejecutivo del país, (Recursos Humanos, Materiales e Insumos, Recursos Financieros, y Bienes y Servicios); y b) cuatro pilares relacionados con las institucionalidad que efectúa un control externo a la labor del ejecutivo (Control Político: Congreso, Control Judicial: Tribunales de Justicia, Control Administrativo Legal: Contraloría y Control Ciudadano: ciudadanía). En este sentido, la herramienta utiliza un conjunto de indicadores -cuantificables y, basados en datos objetivos y primarios- agrupados en componentes que permiten comparar los riesgos y vulnerabilidades frente a la corrupción en los ocho pilares mencionados anteriormente. El IMIC presenta claras ventajas con respecto a otros índices para medir la institucionalidad, debido a que pone énfasis en la medición de resultados de acciones anti corrupción emprendidas, pone énfasis en el logro de una caracterización a nivel país, por sobre el logro de una comparación entre países; pone énfasis en mediciones referidas a corrupción, por sobre mediciones asociadas a gobernabilidad; pone énfasis en la calidad de las instituciones destinadas al combate de la corrupción; y, por último, la principal fuente de información sobre la cual se basan sus mediciones, son primarias. El Banco Interamericano de Desarrollo ya ha elaborado la primera aplicación piloto en un país de la Región cuyos resultados principales se describen en el documento completo.