El mérito en los sistemas administrativos democráticos
Abstract
Una cualidad de las democracias es que estimula los procesos de competencia con base en la igualdad. Esto significa que el mérito en la carrera administrativa es atributo para formar un cuerpo de funcionarios calificados con base en sus capacidades de gestión, aptitudes y actitudes. Un sistema de servicio civil o servicio profesional en el sector público introduce el principio de mérito en todos sus componentes o subsistemas, lo que da certidumbre en el desempeño y en la calidad de la gestión en la administración pública, muy importante para los ciudadanos y para los servidores públicos. Contribuyen al reconocimiento del mérito los procesos de certificación de los servidores públicos que logran luego de desahogar una batería de exámenes teórico-prácticos vinculados a un determinado perfil de puesto. Asimismo, la formación y las actividades curriculares adquieren cada vez más relevancia, no basta un título universitario, se demandan servidores públicos con maestrías, especializaciones y, si es posible, con doctorado, para calificar en determinados campos profesionales. Las profesiones se ven fortalecidas cuando son acompañadas por la vocación, como necesidad de realizarse en torno a algo. Es necesario un servidor público con conciencia social, clara vocación de servicio, honradez y lealtad con las instituciones y con la sociedad, es decir, que actúe en función del interés general. Por otra parte, las diferentes categorías de del personal al servicio del Estado - alto funcionario, trabajador al servicio del Estado, empleado público, etcétera- hacen que la capacitación y profesionalización de ellos implique mantener un sistema con múltiples entradas, procesos y salidas, vinculado a un marco normativo y de gestión en permanente estudio y readecuación. Por lo anterior, y por la heterogeneidad, fortalezas, debilidades y otras características de cada entidad gubernamental -tribunal, oficinas recaudadora de impuestos, dedicadas a la aplicación de políticas económicas, o sociales, entre muchas otras- hacen riesgoso pretender homogeneizar cualquier modelo de Servicio Civil de Carrera, más bien su característica debe ser su flexibilidad y adaptación organizacional. Sin embargo, la implementación del servicio civil tiene ciertos principios de aplicación general: a) legalidad fundamentada en el Derecho Público; b) Honestidad: cumplimiento de los fines del Estado y objetivos institucionales, incompatibles con la corrupción; c) Vocación de servicio público, desde cualquier nivel jerárquico; d) lealtad institucional; e) Estabilidad en el empleo; f) Remuneraciones y prestaciones dignas, g) Igualdad de oportunidades a todos los miembros de la organización; h) Conocimiento y capacidad para desempeñar los puestos; i) Desempeño por resultados, y j) imparcialidad. El sistema de mérito es una estrategia adecuada, para dejar escaso espacio de maniobra a quienes tratan de incorporar a "su" gente de confianza" al margen de los perfiles requeridos para cada puesto.