La comprensión de los gobiernos democráticos: hacia el reconocimiento del capital social para fortalecer la participación ciudadana en el diseño de políticas públicas encaminadas al desarrollo social
Resumo
El contexto latinoamericano revela que la democracia se ha desarrollado de manera diferente al resto del mundo, si bien hoy en día la democracia en América Latina se está haciendo realidad, conjuntamente persisten debilidades estructurales; grandes desigualdades sociales, inestabilidad económica, falta de credibilidad en las instituciones democráticas e incapacidad gubernamental para hacer frente a los retos característicos de dicha región. La economía constituye en una cuestión clave para la democracia, el problema central en esta región, no puede sólo vincularse hacia la aplicación de una política económica dada para evitar la desigualdad, sino que se encuentra en un aspecto estructural, la desproporción en la distribución del ingreso afecta la sobrevivencia del sistema económico y político. El objetivo primordial de la ponencia en ubicar en la mesa de de análisis la importancia que puede tener el uso del capital social para el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas en América Latina, principalmente aquellas destinadas al desarrollo social y la disminución de los niveles de pobreza y exclusión característicos de esta región. El capital social que puede existir en comunidades fuertemente arraigadas, como las asociaciones ejidales, juntas de aguas, etnias etc. puede ayudar a mitigar el efecto del mercado en estos sectores, que sin duda han sido los más perjudicados por el cambio en el modelos de desarrollo, que ha llevado a que en América Latina existan cada vez más pobres. Para ello se incluyen los principales conceptos y retos entorno al concepto de capital social y su utilización en diversos ámbitos, vinculándolo con elemento fundamental de la democracia y como forma de recuperar la legitimidad que reclaman las instituciones gubernamentales, ello a partir de la idea de que en las comunidades rurales, de menores ingresos y mayores niveles de exclusión se puede encontrar significativas reservas de lo que puede considerarse como capital social, mismo que puede servir de instrumento para que estos sectores pueden hacerse oír e introducir sus demandas en la agendas gubernamentales. Se considera indispensable ampliar la visión en las formas de participación no sólo ciudadana, sino que habrá recobrar y flexibilizar hacia la incorporación de la participación tradicional que se muestra en las organizaciones comunitarias.