Venezuela y el socialismo del siglo XXI
Resumen
Si algún tema ha generado, en los últimos años, un interesante débate es precisamente el del Socialismo del Siglo XXI. Contra él han opinado con las descalificaciones de siempre quienes, bien sea por una posición ideológica o intereses de clase, han sido sus opositores tradicionales. Pero, quienes se han convertido en sus mayores detractores, han sido aquellos que proviniendo de sectores de la "izquierda venezolana", poseedores de una "sólida" formación marxista; víctimas del "transformismo" que comenzaron a vivir a partir de los años ochenta, obnubilados por las "bondades" del consenso de Washington y las políticas de ajuste macroeconómico, son sus principales cuestionadores. No tenemos la intensión de detenernos en la "interminable" discusión sobre si lo planteado es avanzar en un nuevo proceso de reformas o avanzar en la transformación revolucionaria. Para nosotros, esa es una discusión superada. Venezuela adoptó los proyectos reformistas que se le propusieron (o mejor, impusieron), con ninguno de ellos se logró que la pobreza, la inequidad y la exclusión social dejaran de ser las falencias identificadoras de la realidad social. Nosotros estamos empeñados en alcanzar la felicidad de nuestro pueblo. De convertir al sujeto pueblo, en el actor fundamental de la construcción del nuevo proyecto de nación. Por esa razón no tenemos ninguna duda de que lo planteado es avanzar en un proceso de transformación profunda, de un verdadero proceso de transformación revolucionaria. El tiempo, que es el juez más inclemente al decir de Fernad Braudel, nos ha venido dando la razón. Los cambios que se están produciendo nos dicen que es posible edificar nuevos modelos de sociedades. Sociedades en donde impere la justicia social. Y es que, el Socialismo del Siglo XXI no es otra cosa que la justicia social. Un pueblo es féliz, libre y soberano, cuando existe la inclusión social, cuando hay crecimiento económico con equidad distributiva de la riqueza, cuando se vive como humanos.