La experiencia española de cooperación interterritorial: algunas reflexiones desde el caso español. La Ley de Dependencia
Resumo
El modelo español ha profundizado de forma importante el proceso de descentralización política y administrativa durante los últimos treinta años. Este proceso nos ha permitido calificarlo como un Estado que se dirige hacia el federalismo y que, por lo tanto, permite rastrear algunas líneas de continuidad y ruptura con otros casos federales, entre ellos el argentino. Sin embargo, el camino español no deja de ser incompleto porque no ha terminado de articular de forma efectiva uno de los pilares básicos de cualquier modelo federal, el co-gobierno. Por una parte, tenemos un modelo fuertemente descentralizador, en el que se ha desarrollado, con muchísima fortaleza, las competencias de autogobierno por parte de los gobiernos autonómicos; pero, por otra parte, se han bloqueado todas aquellas instituciones que hubieran permitido desarrollar mecanismos de gobierno compartido. Así, en el caso español, aunque efectivamente las competencias de las Comunidades Autónomas han ido aumentando, tanto cuantitativa como cualitativamente, y aunque su autonomía política y su auto-gobierno estén garantizados en la Constitución española de 1978, la participación de las partes en la definición y elaboración de las políticas públicas de ámbito estatal es muy reducida y está escasamente institucionalizada. Para ejemplificar este proceso, la ponencia desarrolla la puesta en marcha entre el Estado y las Comunidades Autónomas de lo que ha sido la Ley de Dependencia a partir del 2007. Se concluye finalmente que en los próximos años, el reto del modelo español deberá concentrarse en permitir el acceso e integrar los intereses autonómicos en los procesos de definición y elaboración de las políticas públicas de ámbito estatal.