Desarrollismo y reformas sociales en Colombia: el caso de la reforma agraria
Abstract
Las reformas del Estado tienen más de cincuenta años en América Latina. En este artículo se explorará ese proceso histórico en el caso colombiano poniendo énfasis en las reformas sociales intentadas durante el desarrollismo colombiano. Se busca tematizar lo que se considera una continuidad fundamental en los procesos reformistas de Colombia: el impulso de reformas por parte del Poder Ejecutivo y la carencia de soporte popular que garantice su continuidad en el tiempo. Se partirá de la emergencia, en los años 60, del discurso del desarrollo y su anclaje en la región gracias al apoyo político y económico proporcionado por la Alianza para el Progreso. Entonces toda América Latina se embarcó en un inmenso esfuerzo de reformas económicas e institucionales. El Estado, como nunca antes, ganó protagonismo en el proceso de regulación de la sociedad. Colombia no sólo no fue la excepción, sino que en muchos aspectos, compartió con Chile el papel de "país modelo" de la Alianza. La modernización, ahora llamada desarrollo y auspiciada en todo el mundo por la incontestable hegemonía de Estados Unidos, se constituyó en unos de los marcos legitimidadores del proyecto del Frente Nacional. La "cuestión social", como se la llamaba en la época, fue uno de los ejes de ese intento relegitimador, debido a que el antagonismo político había quedado prohibido por la alternancia en el poder entre liberales y conservadores que sancionaba el acuerdo de 1957, conocido como Frente Nacional (1958-1970). Casi cincuenta años después, el Estado colombiano adolece de una debilidad que no concuerda con los esfuerzos -bastante exitosos- de racionalización de la administración pública central. Pero, para muchos analistas, Colombia también se constituía, hasta hace muy poco tiempo, en un ejemplo de "failed country" o Estado "manqué". Paradójicamente hoy, cuando los avances en calidad institucional retroceden dramáticamente, se produce una afirmación simbólica del Estado. En todo caso, acá sostendremos que ese fracaso que marcó el siglo XX colombiano, está relacionado con la manera en que se instaló el discurso desarrollista que, enfatizando los componentes técnicos, fracasó en la construcción de un consenso político que diera soporte a las reformas. La tesis central es que ese "fracaso originario" está en la base de la debilidad congénita que lo acompañó durante todo el siglo.