La justicia administrativa y la ciudadanía digital
Resumen
El avance de la tecnología y la permehabilización de todas las esferas sociales, jurídicas, comerciales, académicas, etc., y la interacción de los ciudadanos con las diferentes instituciones internacionales y nacionales, se refleja en la necesidad de ajustarse a los distintos cambios e innovaciones que se generan en este mundo contemporáneo, cada vez más exigentes en cuanto a novedades especialmente tecnológicas y que requieren actualización permanente. El perfeccionamiento del proceso electoral exige a la organización electoral en su conjunto, asumir el reto para capacitarse y a la vez trasmitir esa información al electorado, en la introducción a nuevos medios y sistemas de validez y eficacia del proceso democrático colombiano. Las condiciones tecnológicas del sistema automatizado de votación, demandan también la disponibilidad de mejores y más sofisticados recursos para atentar contra su integridad, con costos significativamente mayores a los que se invierten en la comisión de un fraude sobre sistemas manuales, pero este esfuerzo económico no es tan desmesurado como se cree, el acelerado avance tecnológico y la globalización del comercio ha traído consigo también la reducción sistemática de costos y facilidad de acceso a herramientas antes restringidas. No hay duda de las bondades que se pueden obtener de la implementación de un mecanismo electrónico de votación, en especial de las que se derivan de la aplicación de controles biométricos (cotejo dactilar) para el acceso de los electores al proceso de votación. Constituido de esta forma, el sistema de votación automatizado estaría dotado de los instrumentos que le permitirían autenticar la identidad del elector evitando la utilización de documentos de identidad pertenecientes a personas fallecidas y/o la suplantación de personas. No existe ningún sistema de votación automatizado que pueda verificar y corroborar la residencia electoral de un ciudadano, se podrá autenticar biométricamente (cotejo dactilar) la identidad del ciudadano al momento de registrar su inscripción, pero al igual que en el proceso de inscripción manual existen muchas formas para demostrar un ciudadano ser residente en una determinada localidad, pero el hecho de no presentar alguna de ellas no es suficiente argumento para concluir que no lo es, razón por la cual sin pruebas en contrario es totalmente imposible negar una inscripción así el ciudadano no resida como tal en dicha localidad. No cabe duda que vigilando el proceso electoral con ayuda de especialistas, serán muchas las dificultades que se podrán prever, interponiendo oportunamente los controles necesarios para garantizar la legitimidad e integridad del proceso electoral. Así mismo, una auditoria tecnológica e informática del proceso de escrutinios, desarrollada con ayuda de expertos en el tema, dará una mayor transparencia a esta actividad bajo responsabilidad directa del Consejo Electoral, y permitirá recuperar los niveles de confianza y credibilidad del sistema democrático, de tal suerte que disminuya el número de reclamaciones por fraude que se presentan después del proceso electoral.