El profesionalismo en el arte de gobernar
Resumo
Se plantea la importancia del profesionalismo en el arte de gobernar, en particular para el caso de América Latina, en función de las reformas estatales que se requieren con urgencia en esta región. Se define el concepto de profesionalismo, se exponen los principios del profesionalismo en el arte de gobernar, y se discuten las implicaciones institucionales. Los esfuerzos de los países latinoamericanos por salir de un siglo de reveses exigen innovaciones radicales en las políticas y múltiples reformas urgentes a nivel estatal. El profesionalismo en el arte de gobernar es sólo una de estas reformas, que implica mejorar las formas de cristalizar la voluntad política, el desarrollo de nuevos cuadros de funcionarios públicos, la superación de la corrupción endémica y el avance hacia la integración multiestatal. El concepto de profesionalismo implica la capacidad de construir puentes entre el conocimiento abstracto y los hechos concretos. A esta característica principal se añaden las siguientes cuatro características secundarias: un código de ética profesional; una actitud de interés clínico y de impasibilidad ante la irracionalidad; una buena dosis de escepticismo; y una búsqueda constante de creatividad. Los principios del profesionalismo en el arte de gobernar son los siguientes: 1) Filosofía del discernimiento y acción como fundamento, junto con estudios reflexivos, en lugar de filosofía de la ciencia; 2) Ultra racionalidad como base; 3) Foco en grandes opciones; 4) Deliberación sobre la modalidad de "gran política"; 5) Globalización; 6) Interés en las estructuras e instituciones; 7) Consideración en términos de auge y caída de naciones, destino de las revoluciones y regímenes, esfuerzos de desarrollo exitosos y fallidos y "Grandes Empresas" similares; 8) Futuribles y grandes diseños; 9) Pensar en la historia sin atarse al pasado; 10) Estimados de situaciones amplios, de largo alcance y dinámicos, con especial atención en curvas descendentes, oportunidades pasajeras, contingencias, sorpresas y virajes; 11) Concentración en opciones críticas dentro de perspectivas coherentes;12) Omisión de situaciones adversas junto con buenos logros; 13) Pensamiento político en términos de interacción con variables y actores dinámicos; 14) Manejo de complejidades profundas; 15) Gran política aleatoria; 16) Razonamiento moral, análisis de valores y búsqueda de metas, en la formación de una visión realista; 17) Política sofisticada, pero segregada; 18) Interfase productiva con la especulación sobre políticas como proceso societal difuso; 19) Orientación introductoria a la política. Los principios expuestos revelan algunas implicaciones institucionales fundamentales. La idea de profesionalismo en el arte de gobernar deberá explorarse y desarrollarse como sustitutiva de las diversas formas de "planificación" practicadas en América Latina, para lo cual deberá proporcionarse un entrenamiento de excelencia en el sentido propuesto, por el que deberían pasar los políticos electos. Deberán institucionalizarse unidades de profesionalismo en el arte de gobernar, en forma de staffs profesionales o de "think tanks". C.S./U.P.