Algunas reflexiones sobre la modernización del Estado y del sector público en América Latina
Resumo
Se presentan algunas reflexiones en torno a la necesaria reforma y modernización del Estado en América Latina, a efectos de dar respuesta a los retos del desarrollo en el contexto de la profundización de la democracia. Se plantea la transformación profunda de la organización y del rol Estado, la realización de cambios estructurales en la economía y el mejoramiento de las condiciones de gobernabilidad. El modelo estatal latinoamericano vigente en el pasado, caracterizado por ser fiscalmente deficitario, administrativamente exhausto, proteccionista y paternalista económicamente, y políticamente opaco y anquilosado, se encuentra en su fase final. En estas circunstancias, hace falta un nuevo modelo estatal con una nueva cultura política, que tome en cuenta la realidad y las exigencias del orden económico internacional, tendiente a la competitividad y a la globalización y a la interdependencia desigual. De acuerdo con lo señalado por el Banco Interamericano de Desarrollo, existen cuatro áreas prioritarias de actuación para impulsar el desarrollo en América Latina, a saber: educación en sus distintos niveles; desarrollo de la pequeña y mediana empresa; mejora de la calidad de vida en las grandes ciudades; y reforma del Estado. Las soluciones de los problemas de la región deberán ser de naturaleza estructural y se harán realmente efectivas en el mediano y largo plazo. La reforma del Estado debe implicar una transformación profunda del mismo, no sólo en su interior, sino también en el papel que desempeña con respecto a la sociedad civil. En materia económica, el Estado debe realizar cambios estructurales de fondo, que eviten la situación obstruccionista y disfuncional de la asignación e intercambio de bienes y servicios entre los agentes económicos del mercado, favoreciendo un marco de relaciones promotor de la libre competencia y del incremento de la productividad. En el ámbito económico latinoamericano se observan las siguientes tendencias: la transición de economías semicerradas a economías abiertas; el paso de economías muy reguladas a otras menos reguladas; la existencia de procesos de descentralización territorial en diversos espacios y niveles; y la presencia de dificultades debidas principalmente a causas financieras y tecnológicas para dar respuesta a las demandas sociales. La mayor correlación entre factores económicos, sociales, políticos y culturales es un requisito para el desarrollo integral de los estados considerados individualmente y de la región latinoamericana en su totalidad. La gobernabilidad es un aspecto complejo, que requiere de un Estado que juegue un papel estratégico, orientador y facilitador de la integración dinámica en el mercado y del crecimiento económico, con capacidad plena para la formulación y la implementación de las políticas públicas. La gobernabilidad, fruto del consenso democrático es a la vez un requisito y un factor coadyuvante para el logro de la estabilidad política, económica y social, indispensable para el desarrollo integral de los pueblos y de los estados en América Latina. C.S.