Estado y sociedad : las nuevas reglas de juego
Abstract
Se presenta un esquema analítico para ubicar los procesos de transformación del Estado y la sociedad, en el marco de los profundos cambios operados en el capitalismo. Se examinan las nuevas reglas de juego de las relaciones Estado-sociedad y se discuten sus consecuencias, con el propósito de contribuir a la construcción de una agenda de investigación más sensible al impacto de las recientes transformaciones. La reforma del Estado presenta dos fases claramente distintas. Una primera fase, caracterizada por el imperativo reduccionista, y una segunda fase, de mayor complejidad, que tiene como fin lograr un mejor Estado, no sólo un Estado más chico, tecnológica y culturalmente avanzado, apto para desempeñar un nuevo rol. La reforma del Estado aparece entonces como un complemento de una transformación en el plano de la organización social y económica que resulta mucho más significativa y que le otorga sentido. La naturaleza del Estado puede inferirse a partir de sus acciones. En circunstancias en que la agenda de cuestiones socialmente problematizadas y el papel del Estado en la resolución de las mismas han sufrido una profunda mutación cuantitativa y cualitativa, cabe plantear algunas indicaciones. El proceso no debe interpretarse sólo en términos funcionales, es decir "de qué debe ocuparse el Estado nacional" sino también desde la perspectiva de "quién decide de qué hay que ocuparse" y "cuánto le cuesta a quién". Este planteo propone observar las relaciones Estado-sociedad en tres planos diferentes: en el funcional o de la división social del trabajo; en el material o de la distribución del excedente social; y en el de la dominación o de la correlación de poder. En el plano funcional, la legitimidad del papel tradicional del Estado ha sido cuestionada severamente, lo que ha llevado a un replanteo del juego como consecuencia del cual los otros dos planos de la relación sufren también profundas alteraciones. Las consecuencias del cambio de reglas de juego que rigen las relaciones Estado-sociedad se manifiestan en diversos ámbitos. En primer lugar, como resultado de la privatización, se puede comprobar que la sociedad ha quedado en muchos casos "privada de Estado". En segundo lugar, la distribución del excedente económico se ha visto afectada por el cambio. En tercer lugar, la transferencia de responsabilidades a los gobiernos provinciales ha contribuido a engrosar las abultadas dotaciones de personal. En cuarto lugar, se advierte un empobrecimiento del Estado-Nación y una creciente incapacidad del mismo para financiar las prestaciones colectivas mediante impuestos. En quinto lugar, en el plano de las relaciones de poder, la política ha dejado de ser la conexión esencial de los ciudadanos. Finalmente, la premura con que se realizó el ajuste en la administración pública determinó que las dotaciones fueran raleadas en forma irracional, afectando la función de producción de los organismos o unidades involucradas. C.S./M.T.