¿Escasez de recursos o escasez de innovación? : la reforma estatal argentina en las últimas dos décadas
Resumo
Durante los años 90ïs, Argentina fue considerada por los organismos multilaterales de crédito como uno de los pocos países en los que las reformas de "primera generación" alcanzaron resultados ejemplarizadores. Paradójicamente, estas reformas dirigidas a lograr un "menor estado", no condujeron al logro un "mejor estado". En años más recientes, el país se vio envuelto en la peor crisis institucional y socio-política de su historia. Aún cuando en los últimos meses ha conseguido emerger de esta crisis en forma paulatina, subsisten hoy problemas que seguramente se reflejarán, en los próximos años, en una aguda escasez de recursos presupuestarios destinados al sector público. De resultar ciertas, ¿serían estas circunstancias un obstáculo insalvable para avanzar en la tan indispensable reforma del estado pendiente en la Argentina? ¿Hasta qué punto es válido asociar, linealmente, la aguda escasez de recursos con las posibilidades de reforma e innovación en la gestión pública? En todo caso, ¿cuáles han sido en los últimos veinte años los alcances de esa reforma y esa innovación en el caso argentino, y en qué medida esos resultados pueden atribuirse a la mencionada escasez? Las hipótesis centrales que se desarrollan en el trabajo indican que: -la aguda escasez de recursos no fue hasta ahora causa fundamental de los magros resultados logrados en materia de reforma e innovación de la gestión pública en Argentina; -el gasto agregado del gobierno general (nacional + subnacional) no dejó de aumentar durante hasta el año 2000, pese a lo cual no se alcanzaron resultados significativos en la modernización de la gestión interna del estado; -la deformidad de la función de producción del estado fue mucho más determinante que la hipertrofia de su aparato institucional como causal del bajo desempeño; -la discontinuidad política y la ausencia de proyectos de reforma e innovación estables parecen ser variables más poderosas para explicar el escaso arraigo de la innovación y los estrechos alcances de las reformas estatales. Luego de explorar estas hipótesis, la ponencia concluye sosteniendo que la escasez de recursos financieros no es un obstáculo para la innovación o la reforma del estado; pero tampoco su afluencia es condición necesaria y suficiente para lograrlas. De hecho, las principales fuentes de escasez se deben a pautas culturales inapropiadas, discontinuidad en el esfuerzo, falta de liderazgo y débil voluntad política. Más que en términos monetarios, las innovaciones y reformas estatales en la Argentina han probado ser bastante más costosas en términos de vencer resistencias, transformar culturas o asumir seriamente responsabilidades por los resultados de la gestión.