Descentralización, cooperación y gobierno electrónico

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Data
2002-10Autor
Bernadí Gil, Xavier
Bayona Rocamora, Antoni
Metadata
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La implantación efectiva de la Administración electrónica debe ser un objetivo irrenunciable para todos los niveles de gobierno y Administración de un determinado Estado. En efecto, no se puede aceptar que dicha tarea pertenezca de forma exclusiva y excluyente a un solo ente público (Estado federal, Estados federados, Municipios), ya que la misma requiere la complicidad y la cooperación de todas las instituciones públicas implicadas. Por otro lado, el impulso de la participación ciudadana a través de las tecnologías de la información y la comunicación no puede circunscribirse a las relaciones de los ciudadanos con un único centro de decisión. Sin embargo, la apuesta por la necesaria cooperación institucional plantea retos evidentes en los Estados políticamente descentralizados. En primer lugar, es posible que el reparto constitucional del poder público plantee serias dudas sobre el papel que corresponde desempeñar a cada institución en este un nuevo ámbito de intervención pública, factor que puede dificultar la cooperación y facilitar la competencia y el conflicto interinstitucional. En segundo lugar, la voluntad de simplificar las relaciones de los ciudadanos con las diversas Administraciones existentes puede alterar la distribución de responsabilidades entre las mismas, así como el protagonismo relativo de cada una de ellas dentro del sistema. Esta cuestión se plantea en todas aquellas iniciativas dirigidas a la constitución de portales o de plataformas únicas de información administrativa a los ciudadanos: ¿Quién dirige el portal? ¿Qué grado de coordinación debe alcanzarse? ¿Cómo se visualizan las responsabilidades respectivas? Más problemática resulta la integración de procedimientos de distintas Administraciones en un único procedimiento virtual (ventanillas únicas electrónicas). Dicha solución reduce la burocracia pública, simplifica los trámites de los ciudadanos y facilita su participación, pero ¿Qué institución debe responsabilizarse de dichas ventanillas? ¿A quién se elige como interlocutor de los ciudadanos? ¿Cómo se refleja la intervención de cada Administración? En fin, la cooperación interadministrativa en el campo de las Nuevas Tecnologías de Información (NTI) alcanza su grado máximo en los supuestos de integración de competencias, supuestos que se traducen en la creación de órganos o en la toma de decisiones conjuntas y que obligan a reflexionar de nuevo sobre las disfunciones propias del federalismo cooperativo. Esta reflexión general se concreta con diversos ejemplos tomados de la experiencia cooperativa de las Administraciones españolas, prestando una especial atención al Consorcio Localret, ente que agrupa y representa a la gran mayoría de municipios catalanes ante las Administraciones territorialmente superiores. En definitiva, la ponencia se plantea cómo implantar el Gobierno electrónico en los Estados descentralizados, sin que la descentralización impida la cooperación y sin que la cooperación acabe desvirtuando la descentralización política y administrativa.