La participación como condición para la formación de una cultura gerencial en organismos descentralizados
Abstract
La administración del agua en la provincia de Mendoza, Argentina, es descentralizada y participativa a partir de la sanción de la Ley de Aguas de 1884. La participación de los usuarios en la gestión se produce en diferentes niveles. El primero en el Departamento General de Irrigación, que administra el recurso a nivel de ríos, diques y canales matrices. El segundo, de mayor importancia, en las Inspecciones de Cauce que son organizaciones autónomas y autárquicas, que eligen sus autoridades en forma directa cada cuatro años, elaboran su Presupuesto, lo ejecutan y cobran el canon de aguas dentro de su ámbito. Estos Organismos de Usuarios administran el agua a nivel de canales secundarios, terciarios y de drenaje; para ello cuentan con una estructura administrativa conformada por el Inspector, primer juez de aguas, apoyado por tres delegados de aguas y los tomeros o repartidores que son los responsables de la entrega del agua a los diferentes usuarios. Como en la época en que la Ley se puso en vigencia la sociedad era agrícola y el agua servía fundamentalmente a esa actividad, fueron los agricultores los que históricamente manejaron el recurso. El Inspector de un canal ejercía un genuino liderazgo entre los vecinos. Mientras que la organización descripta y el perfil de los administradores de la red de riego no han sufrido grandes cambios, la sociedad sobre la que se sustentan ha variado a un modelo de sociedad agrícola-urbano-industrial; esta transformación ha generado múltiples dificultades en la administración del recurso. El estudio indagó si estos administradores están capacitados para la magnitud y complejidad de las funciones que la sociedad les está transfiriendo, sin haber modificado sustancialmente las características de su gestión. El objetivo fue conocer los saberes que utilizan los Inspectores, con el fin de plantear qué tipo de capacitación requieren, teniendo en cuenta la necesidad de un manejo sustentable de las áreas de riego y los objetivos que los múltiples usuarios del recurso se planteen en el futuro. La metodología utilizada consistió en: 1) el uso de entrevistas no estructuradas y encuestas a la totalidad de los Inspectores de un área irrigada de 80.000 has. 2) El relevamiento y análisis de los documentos administrativo-contables del año 1994, donde se reflejan las normas subyacentes de la gestión de los recursos financieros, base para el cumplimiento de los objetivos y el desarrollo eficiente de la gestión. Las conclusiones obtenidas señalan que la mayoría de las prácticas de gestión que los Inspectores utilizan han sido impuestas a través del tiempo por el Organismo central (DGI), como producto de una relación paternalista y de la disminución progresiva de la participación de los usuarios. No se advierte la incorporación de tecnologías de gestión, en los aspectos técnicos ni en los administrativo-contables, que serían condición necesaria para completar un proceso de re-descentralización que se ha iniciado en el marco de la reforma del Estado. Por otro lado, este proceso debería estar legitimado por una mayor participación de los usuarios en la conducción de las Inspecciones a fin de poder constituir un nuevo espacio para la toma de decisiones y la recuperación de la autonomía que la legislación les ha otorgado. R.M.B.