Causas y azares de un cambio institucional inconcluso : historia reciente de la administración pública nacional en la Argentina
Resumen
El objetivo del presente trabajo consiste en explorar la dinámica política que caracterizó los sucesivos intentos de reformas administrativas del aparato estatal argentino a nivel nacional a lo largo de las últimas décadas, con especial énfasis en lo sucedido tras el retorno al juego democrático en 1983. Las hipótesis que sostienen el análisis son cuatro: 1) a lo largo de las últimas dos décadas y en consonancia con los vaivenes de la crisis fiscal, la reforma administrativa de carácter gerencial tuvo como objetivo central ayudar a disminuir el gasto público, más allá de declaraciones de principio asociadas a la necesidad de mejorar la capacidad de gestión pública incorporando componentes de otros modelos de reformas, como el weberiano y el de la responsabilización; 2) para que la Administración Pública mejore su desempeño al instrumentar políticas públicas, deben articularse en forma virtuosa los cambios en el aparato estatal (su organización funcional, sus recursos humanos y sus procedimientos) con transformaciones incluyentes en el sistema político y en la estructura socioeconómica; esto implica que para mejorar la capacidad de gestión administrativa se requieren cambios institucionales más globales; 3) sólo en la medida que se conformen sólidas coaliciones sociopolíticas interesadas en promover una reforma interna de la Administración Pública que la habilite para mejorar la calidad y la equidad del conjunto de las políticas públicas, se podrá ubicar -y mantener en el tiempo- dicha problemática en los niveles más altos de la agenda gubernamental; y 4) los incentivos existentes para que los que actualmente resultan principales actores políticos, socioeconómicos e internacionales promuevan otro tipo de reforma de la Administración Pública son bajos, lo cual se asocia, entre otros aspectos, a los siguientes: a) la ciudadanía no basa su decisión electoral ni moviliza sus recursos en términos del desempeño y la calidad del aparato administrativo; b) la burocracia permanente no visualiza premios "creíbles" para cooperar en la reforma, a la vez que la burocracia paralela saca provecho de una situación de no-reforma; c) los principales actores socio-económicos presionan por expresiones particulares de la reforma administrativa, despreocupándose de una perspectiva de conjunto; y d) los actores del sistema internacional, más allá de reconocer la importancia de mejorar el funcionamiento estatal, limitan sus presiones a aspectos ligados al déficit fiscal.