El hospital, empresa social con visión estratégica para conducir un cambio adaptativo
Resumo
El trabajo hospitalario, para aliviar el sufrimiento y preservar la salud y la vida hace difícil comprenderlo como empresa, tanto para los profesionales del sector salud, como para los ciudadanos y los políticos. Sin embargo, las crecientes presiones derivadas de los cambios epidemiológicos, demográficos, tecnológicos, sociales, y económicos de nuestros países, obligan al hospital a repensarse como empresa social, en el contexto de las reformas en el modelo de atención y en el sistema de prestación de servicios. Los requerimientos a los hospitales son cada día mayores, para que a partir de un aporte determinado de recursos colabore a mejores resultados sanitarios y mejores niveles de calidad en los servicios; en términos de eficiencia para quienes asignan los recursos, en términos de efectividad para quienes evalúan los nuevos desafíos sanitarios y en términos de calidad percibida por parte de los ciudadanos. El hospital, como empresa social, es una organización compleja y costosa, que debe orientar sus procesos y productos peculiares, su financiamiento, recursos humanos, e infraestructura tecnológica, con el objeto de producir una respuesta de calidad ante las necesidades de atención de salud de las personas, lo que constituye la esencia o la razón de ser del hospital. Para que el hospital adquiera las competencias para adaptarse a estos desafíos, debe asumir una visión estratégica. Desde sus actuales insuficiencias en los ámbitos de las personas que en él laboran; de sus competencias gerenciales; de sus procesos asistenciales; de su capacidad de establecer vínculos cooperativos en red, etcétera, debe desarrollar la capacidad de conducir exitosamente un proceso de cambio organizacional, fundamentalmente en el ámbito de su cultura, que le permita adaptarse a nuevos requerimientos. En este proceso, se requerirá comprender cabalmente todos los factores externos e internos que contribuyen a determinar la realidad hospitalaria, así como escuchar a las personas de la organización y sus valores, los requerimientos de la sociedad y particularmente de los usuarios, para definir con exactitud el punto actual y el deseado y transformar esa brecha en sueño colectivo que provoque tal tensión que impulse a la organización a aprender y por tanto a cambiar. La planeación estratégica del cambio y particularmente su implementación requerirá poner especial atención a las características de liderazgo, a los requerimientos de recursos, de articulación de actores, de competencias de gestión, junto a como se aplican técnicas de desarrollo organizacional, se superan las resistencias y administran los riesgos inherentes a los procesos de cambio, al tiempo que se genera un ambiente propicio a la participación, la creatividad, la transparencia, el cumplimiento de metas, se evalúan los resultados, se generan adecuados incentivos y se retroalimenta el proceso.