Perspectivas del servicio civil de carrera en Argentina
Resumen
A lo largo de este siglo fueron numerosos los intentos de organizar en la Argentina el Servicio Civil de Carrera, quizás los esfuerzos más destacados sean los llevados adelante en 1955 y 1966. Ambos fueron motivados por la intención de profesionalizar la Administración Pública y abandonar viejos sistemas clientelares, en los cuales los cargos dentro de la organización del estado eran moneda de cambio de favores políticos. Todos los intentos realizados fueron en gran medida infructuosos, esto se debió a múltiples razones, pero quizás las más destacadas fueron la falta de continuidad en las políticas de empleo público, provocada por la inestabilidad institucional y económica, y la existencia de una organización sindical suficientemente poderosa e institucionalizada para oponerse a aquellas medidas que implicaran mediciones del desempeño, de la productividad o evaluación de los funcionarios públicos. Una vez recuperada la normalidad democrática, a principios de la década de los 80, comienzan a realizarse evaluaciones sobre el funcionamiento del funcionariado público que muestran resultados negativos, y esto unido a una nueva motivación, constituida por la necesidad de realizar reducciones presupuestarias para tratar de eliminar el déficit fiscal, determinan nuevas reformas administrativas y consecuentemente del servicio civil de carrera, provocando la creación de la Secretaría de la Profesión Administrativa y del Instituto Nacional de Administración Pública. Dentro de la lógica reseñada en el párrafo anterior, se inscribe el proceso de modernización iniciado en 1990, en el marco del cual se crean el Sistema Nacional de Profesión Administrativa (Sinapa) y el Programa de Formación y Capacitación de Funcionarios Públicos (Profag). El Sinapa supuso una modificación total del Servicio Civil, cambiando los sistemas de selección, reclutamiento, capacitación, evaluación y promoción. Evaluaciones recientemente realizadas, sobre el funcionamiento del Sinapa, muestran que la continuidad en esta política ha dejado de ser uno de los principales problemas, también evidencian que persisten otros, como la falta de transparencia en los procesos de promoción y selección y la falta de motivación de los servidores civiles, provocada por la escasa transparencia que antes mencionara, por una remuneración muy desigual respecto del sector privado y de los funcionarios de confianza o designados políticamente, por que la carrera administrativa no comprende los altos puestos de la Administración Nacional y por la mala imagen que de los funcionarios públicos tiene la sociedad. Es esencial para mejorar el sistema, atraer a las personas más capacitadas de la sociedad, para lo cual es imprescindible reducir las diferencia remunerativas con el sector privado y fundamentalmente con los funcionarios designados políticamente, ya que esto genera importantes perturbaciones en el sistema. Es también de gran relevancia, mejorar el control sobre los procesos de selección y promoción, así como desarrollar una estrategia de comunicación adecuada para mejorar la imagen de los funcionarios públicos frente a la sociedad y para dignificar la función pública.