Nuevos actores estatales para el desarrollo y la gobernabilidad
Resumen
Sobre la base de una experiencia inédita, que abarca la formulación, diseño y ejecución de políticas públicas destinadas a las mujeres, como así también la primera experiencia de solicitud y obtención de un préstamo ordinario para financiarlas, el presente trabajo se propone aportar a la formulación de cursos de acción para el fortalecimiento institucional de las áreas mujer de Latinoamérica desde los niveles políticos, teóricos y de gestión. En los recientes procesos de Reformas del Estado y de sus Administraciones Públicas y en las producciones teóricas referidas a ellos, aún no se advierte la importancia de incorporar a los gobiernos áreas mujer que se constituyan en verdaderos actores estatales de promoción y prevención como una contribución sustantiva para cerrar las brechas de desarrollo. La experiencia, llevada a cabo en Argentina en los dos últimos años del segundo mandato de Carlos Menem, a pesar de su brevedad en la ejecución, ha impulsado prácticas organizativas e institucionales tendientes a modificar el lugar social, económico y político de las mujeres en las comunidades en las que se concretó. De modo tal, que será útil pensarla en un marco que la proyecte al futuro y la incorpore al corpus de necesarias utopías latinoamericanas. Ese marco nos lo brinda el trabajo de Joan Prats i Catalá presentado al CLAD en 1998. Hemos seleccionado su trabajo no sólo por las transformaciones propuestas, sino también porque ellas nos permiten ubicar y actualizar la experiencia y sus fundamentos y, más aún, porque nos da la oportunidad de argumentar y persuadir sobre la necesidad de reelaborar conceptos acerca de la incidencia de estas políticas en la consecución de la equidad. Toda vez que pueda entenderse que la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres ocupa un lugar central en el desarrollo, porque no es asistencial, ni provisoria, ni constituye un gasto recurrente se podrá jerarquizar su tratamiento incluyéndola en la agenda de los gobiernos. En este sentido, se desarrollará la convicción de que tanto los modelos y prácticas políticas y sociales que impiden la superación del populismo político, como los que dificultan la cohesión a través de la equidad social -dos de los tres ejes de grandes transformaciones propuestas por Prats i Catalá- están hechos del mismo material cultural que impide, por conveniencia, supremacía o ignorancia, el reconocimiento de la importancia del lugar social y político de las mujeres como condición sine qua non para cerrar la brecha del desarrollo y participar en la construcción de la gobernabilidad. Asimismo, se pondrá a consideración la experiencia mencionada, la que se asentó, básicamente, en un Programa diseñado para proveer a las mujeres de herramientas que les permitan satisfacer sus necesidades estratégicas, que no sólo la habilitan para un digno proceso de reparación y compensación de sus necesidades prácticas, sino también que le permiten ser protagonistas de los cambios propuestos. La última es la imprescindible inclusión de las políticas públicas para las mujeres como una política estratégica de los gobiernos, a través del fortalecimiento institucional de las áreas mujer de Latinoamérica.