La administración pública del estado México : retos, prospectiva
Resumen
Ante la proximidad del nuevo milenio, la Administración Pública Estatal se encuentra en el mirador de la exigencia ciudadana para que se constituya en un instrumento que trabaje a favor de la sociedad y le brinde apoyo invariable para solucionar sus demandas y necesidades. El aparato gubernamental enfrenta el reto inexorable de crear, adaptar y desarrollar nuevas capacidades institucionales, en razón de que la sociedad contemporánea exige que el Gobierno sea una organización apta para promover el desarrollo de la vida común y un ente catalizador para que la iniciativa de los ciudadanos sea punto de referencia en la atención y solución de los grandes problemas públicos. El Gobierno y la Administración Pública deben realizar lo que es estratégicamente útil para la sociedad. El protagonismo gubernamental ya no tiene cabida en la realidad actual, porque ahora la ciudadanía es más activa, está más informada y es más emprendedora. En el siglo XXI es indudable que la Administración Pública deberá cambiar sustancialmente, a fin de que la acción del gobierno sea oportuna, continua y eficaz. El máximo reto durante los próximos años será configurar una Administración Pública inteligente, democratizada y racional, que recobre la confianza de la sociedad en las instituciones gubernamentales. El nuevo milenio traerá consigo la imperiosa necesidad de lograr que el Gobierno y la Administración Pública tengan opciones oportunas y eficaces para responder a la complejidad que se genera y desarrolla en las esferas en las que los ciudadanos formulan demandas, plantean problemas y reclaman espacios para participar en las decisiones y acciones públicas. Gradualmente, la Administración Pública se deberá transformar y adoptar las siguientes características: en primer lugar, promover la descentralización política y administrativa para generar una sinergia entre participación y eficiencia; en segundo lugar, sustituir las estructuras orgánico-funcionales piramidales, jerarquizadas y autocráticas por estructuras flexibles, adaptativas, horizontales y modulares; en tercer lugar, profesionalizar invariable y crecientemente a todos los servidores públicos; en cuarto lugar, instrumentar un modelo de calidad total y un control por resultados en todos los procesos administrativos; y en quinto lugar, volcarse totalmente a servir con eficacia, oportunidad y esmero a los ciudadanos. En el Estado de México, actualmente se requiere un Gobierno que procure el desarrollo humano; que fortalezca nuestro sistema democrático; que trabaje en equipo con la iniciativa privada y la sociedad civil hacia un proyecto estatal de productividad, competitividad y crecimiento; y que promueva la participación ciudadana en las actividades productivas y en las tareas gubernamentales. En el contexto de transición que se vive tanto a nivel nacional como estatal, es fundamental que el Gobierno del Estado de México le dé continuidad al proceso de modernización administrativa, a fin de que el aparato público sea más moderno, democrático, descentralizado, transparente, eficiente, desregulado, simplificado y basado en un servicio civil de carrera. En otras palabras, el propósito central consiste en darle contenido a una Administración Pública necesaria, inteligente y eficaz.