Viabilidad del federalismo en contextos de ajuste : el caso argentino
Resumen
Se formulan consideraciones generales sobre el federalismo, y se comenta cómo éste puede verse afectado en un contexto de ajuste estructural, haciendo referencia al caso argentino. Se plantean algunas reflexiones acerca de la etapa que se inicia a partir del nuevo período de gobierno de Menem, enfatizando especialmente las condiciones de gobernabilidad y las perspectiva de desarrollo. El federalismo se define, desde el punto de vista institucional, como una forma de organización política territorial en la cual la unidad y la diversidad regional se acomodan dentro de un sistema político único y el poder se distribuye entre un gobierno general y los gobiernos provinciales. La organización federal se concibe como el principio organizativo del país y como cultura política capaz de regular derechos y deberes, participación, presencia social y representación de los actores en la dimensión ciudadana. El diseño federal, por efecto de innovaciones económicas, sociales y políticas, tiende a desarrollar una esfera de competencias compartidas entre el gobierno federal y los gobiernos estatales, o a favorecer la preeminencia y expansión de la propia esfera federal. En el caso argentino es posible afirmar que, más allá e las disposiciones constitucionales, se ha constituido en la práctica un federalismo de tipo centralista. En el marco del ajuste estructural implementado a partir de la gestión de Menem, la tendencia a la primacía del gobierno nacional sobre los gobiernos provinciales se ha visto reforzada por las características mismas del ajuste y por el estilo de implementación del paquete de medidas de reforma. En efecto, las recetas propiciadas por el Consenso de Washington propician una lógica de un alto grado de centralización normativa acompañada por una descentralización operativa. En este contexto, los gobiernos provinciales han visto limitadas sus capacidades de gestión, con lo que la gobernabilidad de las provincias aparece cuestionada por la aplicación de políticas generadas en las instancias nacionales. Estas políticas no tienen en cuenta la especificidad de cada caso y generan niveles de conflictividad social que el gobierno y el sistema político local no pueden procesar, ya que carecen de márgenes de maniobra debido especialmente a la dependencia financiera. La crisis adquirió dimensiones diferentes en cada una de las provincias, que no pueden ser consideradas como un bloque homogéneo. Sin embargo, hubo patrones comunes de comportamiento y en la gran mayoría de los casos se aplicó un conjunto de medidas cuasi-estandarizadas de privatización, desregulación, reducción de salarios en el empleo público y achicamiento del gasto para reducir las deudas y sanear los cuentas fiscales. Luego del ajuste, en la Argentina se tiene un Estado más "flaco" pero también más "deforme", en una situación que alarma si el traspaso de competencias tiene lugar hacia provincias que no tienen las capacidades requeridas para asumir nuevas responsabilidades. Se concluye que en estas condiciones, un "nuevo federalismo" está comprometido por cuestiones de orden sociopolítico, con el riesgo de desembocar en una estabilización sin crecimiento y profundización de inequidades. C.S.