La reforma económica en México
Abstract
México ha experimentado múltiples transformaciones estructurales en las dos últimas décadas, por lo que no se plantea un balance exhaustivo de las reformas económicas de las últimas décadas, con sus lecciones positivas y negativas, sino sólo un objetivo más modesto, a saber, examinar esquemáticamente un conjunto seleccionado de procesos de cambio estructural llevados a cabo durante la presente administración y en los cuales destacan con claridad los fundamentos microeconómicos que guiaron las reformas. Los procesos analizados son: El concesionamiento, a empresas privadas, del servicio de transporte ferroviario, en el cual el alto nivel de competencia intermodal permitió llevar a cabo, paralelamente, un proceso de desregulación encaminado a incrementar sustancialmente la eficiencia del sector. La reforma al sistema de pensiones y al régimen financiero de los servicios médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social. En materia de pensiones, la reforma permite que los trabajadores que contribuyen sólo durante una parte de su vida laboral conserven sus aportaciones (a diferencia de lo que sucedía en el sistema anterior, en el cual perdían sus derechos si no continuaban en un empleo asalariado formal hasta la edad de retiro). En materia del financiamiento de los servicios médicos, se mejoró la estructura de incentivos, al reducir sustancialmente los subsidios cruzados por nivel de cotización. La creación del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social, el cual permite canalizar recursos federales a los gobiernos municipales, en forma transparente y no discrecional. Las experiencias de reforma económica examinadas ilustran la multiplicidad de factores a tomar en cuenta para que los procesos se traduzcan en mejoras sustanciales en materia de eficiencia económica y equidad social. Asimismo, pese a la similitud superficial de ciertas medidas con las adoptadas por otros países, destaca la importancia concedida a las especificidades históricas, geográficas, económicas y sociales de nuestro país. El proceso de reforma económica dista de haber concluido y sus avances futuros requerirán modificaciones legislativas y adecuaciones presupuestales, en las cuales la última palabra corresponderá, como debe ser, a los representantes democráticamente electos del pueblo de México.