¿Es posible reformar el Estado sin transformar la sociedad? : capacidad de gestión pública y política social en perspectiva latinoamericana
Resumen
Los procesos de transformación que tuvieron lugar en América Latina desde los años ochenta parecen haber sido legitimados débilmente por la convergencia de la democratización política y algunos resultados exitosos en términos de condiciones macroeconómicas. En este contexto, sin embargo, los contenidos e impactos de las políticas sociales implementadas en el mismo período no contribuyen a la consolidación de un cuadro institucional que pueda promover una mezcla virtuosa de libertad, equidad y eficiencia. Por el contrario, si no se modifica la manera en la cual los problemas sociales más urgentes están siendo manejados, existe un peligro creciente de revertir los frágiles logros políticos y económicos obtenidos en la región durante la década de los noventa. La hipótesis explorada en este artículo se indica seguidamente. Los cambios llevados a cabo en América Latina afectaron fuertemente los marcos institucionales que se habían cristalizado desde el período de posguerra, lo cual está relacionado con -y tiene un impacto sobre- los cambios en el mapa de actores relevantes que interactúan en el proceso de elaboración de políticas públicas. Al mismo tiempo, la ausencia de condiciones favorables ha derivado en una gobernabilidad democrática "minimalista", así como en una capacidad decreciente de gestión pública en el campo de la política social. Para revertir este círculo vicioso, mejorar el rendimiento de las agencias burocráticas de política social del Estado democrático y para el empoderamiento de los grupos más desposeídos -particularmente en términos de su participación en el proceso de toma de decisiones- se requiere de una sinergia entre cuatro pre-condiciones: a) un marco institucional que promueva el aprendizaje colectivo; b) un liderazgo político-social que tenga objetivos a largo plazo como prioridad; c) un ambiente ideológico sustentando la acción pública; y d) la emergencia de "una ventana de oportunidad". Como conclusión se sostiene que el desplazamiento hacia una mejor calidad de gobernabilidad democrática y una capacidad incrementada de gestión pública en el campo de las políticas sociales, dependerá de la manera en la cual sean tratados políticamente los conflictos asociados con la "cuestión social" emergente en la región después de las reformas estructurales. F.R./M.T.