Ejecución de la política social en tiempos de crisis de coordinación
Abstract
Se examinan los problemas de la implementación de las políticas de desarrollo social, considerando en particular la denominada crisis de coordinación. Se estudia la naturaleza de esta crisis, el contexto en el cual ella surge y los principales factores que la explican. Se comentan los enfoques más adecuados para resolver este problema y se plantean algunas recomendaciones al respecto. Desde la realización de la Cumbre Social en Copenhague hace ya más de un año, las Naciones Unidas y el Banco Mundial, al igual que numerosas organizaciones no gubernamentales en distintos países, están orientando sus esfuerzos hacia el logro de un desarrollo sustentable centrado en la dimensión humana. Sin embargo, fuera de un grupo relativamente limitado de actores institucionales, el concepto de "desarrollo sustentable" no se ha incorporado como hubiera sido de esperar a las agendas gubernamentales ni a las políticas sociales, ni ha tenido lugar un compromiso significativo en torno al mismo. Por esta razón, es conveniente y oportuna la consideración de los problemas relacionados con las fallas observadas en los procesos de implementación de las políticas sociales orientadas hacia un desarrollo humano sustentable. En particular, es de interés examinar los problemas comunes que se plantean independientemente del tipo específico de política social para resolver los problemas formulados en las agendas públicas, y de los cuales el que está representado por la denominada crisis de coordinación es uno de los de mayor relevancia. El proceso de elaboración de las políticas sociales está perturbado por las demandas provenientes de los polos extremos del espectro ideológico, así como de las exigencias de los distintos actores institucionales que participan en el mismo. Esta situación es causa y efecto de una marcada fragmentación de los sistemas decisorios y de gerencia pública, con posiciones competitivas de los ministerios claves, funcionarios electos, ONGs locales e internacionales, que conspiran contra la efectividad de los esfuerzos emprendidos. Esta crisis de coordinación no obedece en lo esencial a la falta de una dirección capaz de armonizar las distintas iniciativas y los intereses encontrados en muchos casos. La tarea de armonizar y poner orden en los procesos de implementación de las políticas sociales debe partir de la comprensión y de la atención subsiguiente de los problemas que están en la base de las demandas que articulan distintos grupos y sectores de la sociedad. Este aspecto es de vital importancia, porque es la expresión central de la orientación hacia el desarrollo humano. La superación de la crisis de coordinación exigirá la utilización de mecanismos de retroalimentación permanente, que permitan asegurar que las respuestas adoptadas son realmente las soluciones para los problemas existentes. No alcanza con diseñar buenas políticas sociales, con la esperanza de que ellas puedan ser implementadas adecuadamente de una manera más o menos espontánea. Por consiguiente, la coordinación de esta dimensión debe ser una labor prioritaria de los gerentes públicos. Para cumplir satisfactoriamente con este desafío, ellos deben estar capacitados y dotados de los instrumentos necesarios. C.S./M.T.