Retos en la implementación en Cuba de las Cartas Iberoamericanas de la Función Pública y de la Calidad de la Gestión Pública para la actualización del modelo económico cubano
Abstract
La administración pública vive en los últimos años un proceso de transformación profundo, como consecuencia, entre otros factores, de los cambios acelerados que han estado ocurriendo en el mundo, que han conllevado el desarrollo en muchos países de reformas del Estado y de la Administración Pública, encaminadas a dar respuesta a necesidades de calidad, eficiencia, eficacia y transparencia en la gestión pública. En esta dirección, cobran una connotación especial la puesta en práctica de la Carta Iberoamericana de la Función Pública y del Código iberoamericano del Buen Gobierno. El primer documento declara la profesionalización de la función pública como una condición necesaria para los cambios, entendiéndose la misma como la garantía de posesión por los servidores públicos de una serie de condiciones o atributos que les permiten el mejor desempeño de su labor. Por su parte, el Código Iberoamericano del Buen Gobierno establece que, en un sentido, es un peldaño más en la búsqueda de una ética universal que sea fruto de un consenso en los principios y valores básicos de la convivencia global. Preconiza la intención de que la actuación gubernamental consista en la práctica de la promoción del interés general y se aleje del reprobable abuso de los recursos públicos para fines de interés partidista o particular. El propósito del proceso de modernización de la organización gubernamental está en enfatizar el modo en que las estructuras de las organizaciones públicas y sus recursos humanos, contribuyen a la efectividad de las instituciones y los resultados comprometidos con los ciudadanos, haciendo un mejor uso de todas las herramientas a su alcance e interpretando la esencia del proceso acometido y su correspondencia con los objetivos propuestos en función de la prestación de los servicios y productos con la mayor calidad, eficiencia, justicia, equidad y transparencia, reforzando la capacidad de los países para gobernar, en aras de que el Estado juegue su papel y alcance sus fines en la construcción del desarrollo sustentable de las naciones de la región. El sector público cubano ha experimentado importantes transformaciones en las dos últimas décadas, que lo han hecho diferenciarse de manera importante de este sector en otros países, lo que se puede percibir a partir de su amplitud y heterogeneidad. En Cuba la ciudadanía deviene fuerza real en la labor de control y fiscalización del aparato gubernamental, lo que le exige condiciones específicas a los funcionarios públicos desde el punto de vista profesional y ético -moral. La crisis económica global y su reflejo en el país ha dejado efectos perceptibles en los elementos que integran la estructura social y en la subjetividad de los grupos e individuos que la conforman. Se han ido transformando los criterios de eficiencia y eficacia en todos los espacios de la economía y la sociedad y de forma muy marcada en el sector público local. Otra importante particularidad de la administración pública cubana actual está determinada por los nuevos conocimientos, habilidades y capacidades en el campo técnico, de la gestión y de las tecnologías de la informática. La ciudadanía tiene un alto nivel de exigencia acerca del comportamiento de los dirigentes y funcionarios del sector público, el que debe estar caracterizado por altos valores ético-morales, un ejercicio transparente de sus funciones y la pulcritud en el manejo de los recursos públicos. El proceso de actualización del modelo económico y social en el que está inmersa Cuba, que incide en todas las esferas de la sociedad, incluye el perfeccionamiento del funcionamiento y las estructuras del aparato estatal y gubernamental, enfatizando en el perfeccionamiento de toda la administración pública, lo cual exige de una alta profesionalidad de los funcionarios del sector público. Las políticas y los programas que en ese sentido se han adoptado, están en concordancia con la Carta Iberoamericana de la Función Pública. La preparación de los funcionarios públicos tiene en su centro la preparación política e ideológica de todos los que desempeñan funciones de dirección en las estructuras estatales y administrativas, en tanto el tema de la ética y los valores atrae en la actualidad una especial atención, lo que adquiere una marcada significación en el sector público, al estar estrechamente vinculado al ejercicio honesto y responsable de la función pública. De ahí que en Cuba se dediquen crecientes esfuerzos a lograr una gestión pública transparente y directivos responsables, de probadas cualidades morales, con sentido ético de sus funciones y altamente capacitados, para que puedan ejercer con éxito su trabajo. Todo ello se c corresponde con los principios contenidos en el Código del Buen Gobierno. Palabras Clave: Modernización del Estado; Profesionalización de la Función Pública; Capacitación de Funcionarios Públicos; Ética; Valores; Actualización del Modelo Económico Cubano