La Iniciativa Yasuní-ITT y el cambio de política petrolera en el Ecuador
Resumen
El análisis del cambio de políticas públicas remite a tres tipos de problemas: la trayectoria del cambio (que puede ser lineal o no), el ritmo del cambio (que puede ser revolucionario o evolucionario) y el alcance del cambio (que puede ser reversible o irreversible). La política petrolera ecuatoriana ofrece un caso de cambio de política evolucionario, no-lineal y reversible, pues ha sido el objeto de reformas aceleradas y estructurales implementadas por el gobierno de Rafael Correa desde el 2007. Sin embargo, en este proceso, no todas las propuestas de reforma culminaron con éxito. Tal es el caso de la propuesta de no-explotar las reservas de petróleo pesado ubicadas en los campos Ishpingo, Tiputini y Tambococha, en la región amazónica fronteriza con Perú, lanzada por el mismo gobierno en 2007 luego abandonada en 2013. Analizamos por qué esta propuesta no prosperó, pese a su alto grado de legitimidad en el ámbito nacional e internacional. Esta propuesta de no-explotación del petróleo para proteger la biodiversidad en la región amazónica ecuatoriana y luchar contra el cambio climático fue presentada por sus protagonistas como un cambio paradigmático. Sin embargo, mostramos que se trata más bien de un cambio programático, cuya reversión se debió a una falta de articulación con las otras reformas llevadas a cabo en ámbito legal, fiscal y técnico de la política petrolera. Si bien es cierto, la formulación de esta propuesta fue posible por la convergencia de tres corrientes en el sentido de John Kingdon (legitimidad del problema, legitimidad de la solución y voluntad política), su implementación fue puesta en jaque por un mal diseño de política. Consideramos el conjunto de instrumentos privilegiados por el gobierno Correa para implementar la Iniciativa Yasuní-ITT y analizamos su coherencia con el objetivo de conservación y lucha contra el cambio climático, por un lado, y la consistencia de los instrumentos entre sí.