Efectos redistributivos materiales y simbólicos de la participación ciudadana: las experiencias de Montevideo, Rosario y Porto Alegre (2002-2012)
Abstract
Como señala la Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública (2009), es necesario garantizar que toda la población tenga la posibilidad de influir en la elaboración de políticas públicas y para ello, las instancias de políticas de participación institucionalizadas, como el Presupuesto Participativo (PP), se consolidaron en la región en las últimas décadas. Dichos espacios fueron presentados ante la visible fragilidad de la gestión pública en lo social y democrático (CLAD, 2010. Gestión Pública Iberoamericana para el Siglo XXI) y en el marco de una democracia representativa visiblemente desgastada, (respecto del fenómeno denominado Crisis de Representación, ver Calvo, Ernesto y Escolar, Marcelo (2005); Cavarozzi, Marcelo y Casullo, Esperanza (2002); Biglieri, Paula y Perelló, Gloria (2003); Ferreiro Rubio, Delia (2006); Rosanvallon, Pierre (2007)), como posibilitadores de un sinnúmero de beneficios: profundización democrática (Fung y Wright, 2003), legitimidad, transparencia y reducción del clientelismo (Kliksberg, 1999; Abers, 2000), control social (Wampler, 2006; Revello, s/f), eficiencia en la distribución de los bienes públicos (Marquetti, 2003), inclusión (Nylen, 2002), cohesión social y fortalecimiento de redes (Bloj, 2008) entre otros. A su vez, la urbanidad, como construcción, aparece tensionada por pulsiones de la subjetividad y por el cuestionamiento a aquello que la ciudad como todo ya no provee: ser ciudadano de un lenguaje y una dimensión espacial común. De este modo, emerge una trama urbana dividida, que parece hacer caminar a las ciudades a distintas velocidades (Mongin (2006:248) sostiene que se visualizan tres: la de los sectores excluidos del sistema de consumo; la de los que habitan la zona periurbana ante el fenómeno de los barrios residenciales y cerrados; y la de los edificios céntricos habitados por la clase media y alta. Sin embargo, nosotros creemos que en la realidad latinoamericana, estas velocidades muchas veces aparecen de manera simultánea en un mismo territorio y que inclusive pueden detectarse otras. De lo que no caben dudas es del cada vez más pronunciado rechazo de cada uno de estos universos al otro y del sentimiento de no pertenecer a una misma ciudad). Lo que está en juego, entonces, es la capacidad de sintetización, o más bien, está duramente cuestionada y puesta a prueba. ¿Puede el sentido público rehacer o reconocer el hilo común de esos fragmentos? ¿De qué manera? ¿En qué medida la participación ciudadana puede ser un contrapeso y promover la inclusión y la equitativa distribución de bienes públicos? Abordaremos estos interrogantes a la luz de las experiencias de PP en Montevideo (Uruguay), Porto Alegre (Brasil) y Rosario (Argentina) en el periodo 2002-2012. Palabras claves: participación ciudadana; inversión de prioridades; cohesión socio-territorial; Montevideo; Porto Alegre; Rosario