Nueva constitución y administración pública en Colombia: 20 años después
Abstract
Uno de los cambios políticos más significativos vividos en Colombia es la realización en 1991, de una Asamblea Nacional Constituyente, en la que por primera vez en la historia, estaban representadas todas, o casi todas, las fuerzas políticas del país; la Asamblea recibió como mandato la redacción de una Nueva Constitución más acorde con las necesidades y demandas del país. El resultado, la Nueva Constitución Política de 1991, la cual, según Fernando Cepeda Ulloa, politólogo y jurista colombiano, propone un nuevo tipo de institucionalismo , que armoniza la eficacia y responsabilidad política, la participación y la institucionalización . Sin embargo, tal como mencionan otras voces, la constitución también fue resultado de una complicada negociación entre facciones dispares, y dispares intereses, que no dejaron de de existir con la expedición de la Nueva Constitución. Este documento revisa algunas características de la administración pública colombiana, para indagar sobre el grado de coherencia entre ésta y los principios, valores, y propuestas registrados en la Nueva Constitución de 1991; así como aventura algunas hipótesis sobre el porqué de las discrepancias. El marco conceptual elegido para abordar este análisis hace referencia a uno retos más interesantes que enfrenta la administración pública de América Latina, y es la existencia de reglas formales e informales, y la interacción entre éstas. Tal como han planteado expertos en el tema, comprender las tensiones existentes entre reglas formales e informales es fundamental para evaluar los resultados que las instituciones formales pueden lograr (Helmke & Levitsky, 2006; Stiglitz, 2000). El país presenta retos y desafíos en la actualidad que cuestionan fuertemente el grado y la dirección de la implementación de la Nueva Constitución de 1991.