La ética pública como dimensión de generación de valor público: el servidor público como sujeto social activo garante de la ciudadanía social
Resumen
Una tarea no muy sencilla y por el contrario compleja y oficiosamente difícil de delimitar son los incalculables y apreciables aportes que el servidor público (que no el funcionario público) hace a la consolidación de una democracia participativa, incluyente y transparente. Avanzar en la reflexión de cómo y desde que categorías y dimensiones de lo ético, pasando por la reflexión política y moral, el servidor público actúa como sujeto social autónomo y deliberativo en el marco de su función pública pero agregando a esta una conducta, un criterio, un proceder y un juicio garantista del ejercicio de la ciudadanía y del ciudadano como sujeto activo de derechos. Esta reflexión y el tema que trata la ponencia en cuestión es un asunto que hace parte estructural del quehacer y el vivir lo público, es un asunto que es mío, de los otros y de todos. Advertir y caracterizar algunos rasgos de esta ecuación: Servidor público (autónomo y autorregulado) + Ciudadano (sujeto de derechos)= Ciudadanía social y Democracia incluyente (generación de valor público) nos pone en perspectiva de desbanalizar y sin duda acotar las miras que sobre el ejercicio del funcionario y servidor público se han venido construyendo, las más de las veces tergiversadas y vacías, por una especie de complicidad del tejido social que de una u otra manera se ha tornado tolerante e indiferente a los asuntos de la vida pública, privilegiando y exacerbando el individualismo perverso propio de los sujetos inscritos a una sociedad precaria en vínculos y sumergida en la economía de mercado que acentúa la perplejidad y el sinsentido del obrar por el Bien público, individualismo que entiende este Bien público como un posible error de una matrix negligente, indiferente e indolente por el destino de los otros que opera en un vacío de sentimientos morales.