La gestión de calidad como herramienta para la innovación
Resumo
Innovar es mudar, modificar algo introduciendo novedades. Toda mejora, toda innovación precisa de un proceso ordenado y sistemático para llegar a concretarse y ser efectiva. Cuando una organización implanta un sistema de gestión de calidad, utiliza herramientas que le permiten no sólo identificar mejoras y sino también llevarlas en práctica. La persona que recibe o se beneficia del producto o servicio que una organización entrega es una de las principales fuentes de generación de propuestas de innovación. Pero tan importante como la opinión del destinatario es escuchar a quienes realizan las distintas actividades. Son ellos quienes mejor conocen la manera en que se realizan las tareas y por lo tanto los que pueden mejorarlas. Si cuentan con un ámbito de discusión adecuado y un canal de comunicación fluido, generarán propuestas innovadoras. Al implementar calidad, también resulta una práctica común definir indicadores que permiten conocer la manera en que los procesos de gestión se desarrollan. Sólo es posible mejorar aquello que se puede medir. A través de los indicadores se fijan líneas de base, se establecen metas y se miden resultados, aspectos de importancia relevante al incorporar iniciativas de innovación. Todo cambio produce resistencia y para poder concretarlo es indispensable tener en claro las características de la cultura organizacional de manera tal de aprovecharlas o estar atento a ellas para así lograr los objetivos propuestos. Si bien hay quienes consideran que implementar un sistema de gestión de calidad no permite o limita la innovación, ambos conceptos son complementarios y en conjunto permiten que las buenas ideas se transformen en propuestas innovadoras.