Adquisiciones públicas: aportes para una reforma pendiente
Resumo
Las adquisiciones estatales de bienes y servicios (incluyendo obras) representan entre un 15% y un 20% estimado del PBI de los países (OCDE). Tanto por su volumen como por las funciones que cumplen para la gestión de políticas, los bienes y servicios contratados son cruciales para el desempeño de las organizaciones estatales y, también, de sensible importancia para el desarrollo económico. Conforman, por lo tanto, un tema de interés de primera magnitud para la gestión pública. Idealmente, si se pudieran desarrollar acciones coherentes que produjeran resultados en esos dos niveles en que podrían influir positivamente las contrataciones estatales, podríamos hablar de una política estratégica de adquisiciones públicas, que debería perseguir mejoras comprobables en variables como los precios, condiciones de contratación en pliegos o tiempos de gestión. Asimismo, también debería incidir, por su peso en el PBI, en el impulso de ciertos sectores (en buena medida pequeñas y medianas empresas) para mejorar el desarrollo económico. El trabajo esboza un abordaje de las compras públicas que busca problematizar algunos de sus aspectos constitutivos, desde el interés explícito de detectar y proponer elementos útiles para implementar mejoras en los sistemas de adquisiciones. Para ejemplificar la extensión y características de un sistema de contrataciones en los límites que se plantean (sin obra pública ni salarios), se caracteriza brevemente el caso de la provincia de Buenos Aires, que produce aproximadamente un tercio del PBI de Argentina. Finalmente, se proponen algunos elementos para el abordaje práctico de la mejora institucional de los sistemas de contrataciones públicas.