Pertenencia y reencantamiento de la política en el escenario post-liberal
Resumen
El objetivo de esta intervención es pensar la participación, el sentido de pertenencia y el reencantamiento de la política en relación con los problemas derivados de la pobreza, la exclusión y la discriminación en América Latina. Mi argumento consta de cuatro pasos. Primero esbozo un marco analítico para pensar a la cohesión y la pertenencia. Luego examino cinco ideas que están presentes en la propuesta de un nuevo pacto o contrato de cohesión social que elaboró la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Estas son: la apuesta normativa por la solidaridad, el papel del conflicto y la exclusión, las dimensiones supra- y transnacional de la política, los actores de la gobernanza y el carácter fundante de los pactos. En tercer lugar discuto una manera de entender la pertenencia examinando, por un lado, el valor y sentido del prefijo "re-" que precede y modifica la idea del encantamiento de la política y, por el otro, el desencanto y los procesos de subjetivación que dicho desencanto puede generar. El cuarto y último paso del argumento consiste en elaborar un diagnóstico y una imagen de pensamiento de la política actual. El diagnóstico es que la política latinoamericana está en un momento de inflexión en el que se abren oportunidades propicias para la experimentación y la innovación en materia de participación. El poder aprovechar este momento depende de nuestra disposición para aceptar el desafío de ser inventivos. Para ello hay que ser tan audaces como lo fueron Raúl Prebisch y el núcleo de gente que desarrolló el pensamiento que fue la seña de identidad de la CEPAL en las décadas de 1950 y 1960. Desmarcándose de la doble ortodoxia liberal y marxista de su época, generaron una manera propia de pensar la especificidad de las economías periféricas latinoamericanas que conocemos como el enfoque histórico-estructuralista cepalino (más sobre esto en Bielschowsky 1998). Ser audaces hoy en el marco de la temática de este escrito es atreverse a abordar la política democrática sin las anteojeras del sentido común y asumir, sin titubeos y sin remordimiento, las consecuencias de pensarla más allá del horizonte de la representación territorial. Pocos dudan de que las formas de la acción colectiva en América Latina rebasan desde hace mucho tiempo el marco de las elecciones y a la representación partidista que son el corazón de la visión liberal de la democracia. Pero algunos vacilan a la hora de nombrar sus efectos. Para decirlo de una buena vez, la audacia de una propuesta de PCS consiste en aceptar que el post-liberalismo es una idea-fuerza cuyo momento ha llegado. Las formas de participación, canalización de demandas y rendición de cuentas que aparecen en este escenario post-liberal apuntan a un empoderamiento social que suplementa y no reemplaza el empoderamiento electoral que heredamos de la tradición liberal. En esto radica su capacidad potencial para reencantar la política, renovando y desplazando sus parámetros habituales. Estas dos modalidades de empoderamiento genera un escenario crecientemente policéntrico que nos permite hablar con toda propiedad de un diagrama o archipiélago de nodos, ámbitos o circuitos de intercambio político diferenciados. Usaré esta figura como imagen de pensamiento de la política post-liberal.