Clima sociolaboral y cultura organizacional: análisis de resultados de ocho secretarías de Estado de Paraguay
Abstract
Los aspectos sociolaborales y culturales de una organización son claves para el desarrollo de una gestión integral de personas con énfasis en el desarrollo humano. Cuando hablamos de clima nos referimos a las percepciones y descripciones del ambiente laboral, de las personas que trabajan en la institución. Cuando hablamos de cultura nos referimos a creencias, valores y supuestos básicos que caracterizan a una organización y configuran prácticas, comportamientos adecuados o inadecuados. En ese sentido, la SFP desarrolló y aplicó en once instituciones estatales durante el año 2010, un instrumento adaptado al contexto público, que permitió evaluar aspectos de clima sociolaboral y cultura organizacional y cuyos datos son analizados en este documento. Las dimensiones abarcadas son: Comunicación: evalúa la forma en que se dan y reciben las comunicaciones entre los miembros de la organización en los diferentes niveles jerárquicos, la claridad y precisión de los mensajes, la existencia de canales de comunicación interna formales y espacios de comunicación informales. También analiza la transparencia en la información a nivel interno, y como la imagen institucional que se proyecta en los medios de comunicación afecta positiva o negativamente a las personas que forman parte de la organización. Reconocimiento: evalúa la satisfacción con las compensaciones salariales y los beneficios sociales, así como el reconocimiento al trabajo bien realizado o al trabajo que se realizó sobrepasando las expectativas (simbólico o material), tanto de parte de la organización como de los colegas (pares). También busca conocer si se estimula la proactividad y la innovación, si se valoran los comportamientos éticos y se sancionan los comportamientos inadecuados. Confianza: evalúa la autonomía para poder desarrollar la tarea asignada y la libertad para proponer e implementar sus ideas, si existe empatía, buen trato y retroalimentación continua con los superiores. También se valora la autoestima, las posibilidades de participación en la construcción institucional, la motivación, la integración, la cooperación, el compañerismo/trabajo en equipo, el sentido de pertenencia con la institución y con el servicio público. Desarrollo: evalúa si el funcionario/a cuenta con todos los elementos indispensables para realizar su trabajo, si el ambiente físico es adecuado y los recursos tecnológicos suficientes, si existe un ambiente de aprendizaje continuo, si tiene la posibilidad de proyectarse dentro de la institución, de lograr ascensos a través de concursos, con criterios claros y en igualdad de condiciones con los demás funcionarios/as, así como la accesibilidad a las capacitaciones y becas disponibles. Coherencia: evalúa cómo se concretizan la misión, la visión y los valores institucionales en formas de hacer o prácticas cotidianas de la institución (coherencia discurso-práctica), la credibilidad de los liderazgos institucionales, la claridad en los objetivos y las metodologías, la visión estratégica y la articulación.