Innovación en la gestión local bajo un diseño institucional obsoleto: el reto de los municipios mexicanos en el siglo XXI
Resumen
Para que un esquema de descentralización realmente sea efectivo y se consolide es necesario que los gobiernos locales, que son los que reciben las nuevas funciones o las nuevas responsabilidades, cuenten con un esquema institucional que les permita asimilar la nueva situación y desarrollar todo su potencial. Dado que constituyen el nivel de gobierno que tiene mayor proximidad y conocimiento del contexto local, la descentralización debiera traducirse en mejores bienes y servicios públicos para la población. En México, a treinta años de haberse iniciado un largo y lento proceso de descentralización, los resultados distan de ser espectaculares. A pesar de dos reformas constitucionales de cierta relevancia (1982 y 1999), el diseño institucional del municipio mexicano no parece ser el más adecuado para soportar un proceso descentralizador de gran escala como el que se ha venido dando y falta aún por continuar. Los breves períodos de gobierno de tres años, la imposibilidad de reelección de las autoridades electas y la muy elevada rotación del resto del personal no permiten que los procesos se institucionalicen, ni mucho menos que el personal se profesionalice. Por su parte, los gobiernos municipales son tal vez los espacios de gestión pública en donde más innovación se presenta y en donde parece más fácil cambiar o ajustar los procedimientos convencionales. Este trabajo busca entender si la innovación en los gobiernos locales mexicanos es resultado de un ambiente favorecedor del cambio o si es una necesidad ante la falta de procesos institucionalizados o si depende de otros factores menos evidentes.