Evaluación de impacto de la formación online en el entorno de las administraciones públicas latinoamericanas
Abstract
Dentro del ámbito de la Administración Pública, se suelen diferenciar diferentes niveles de control orientados a medir 1) los recursos disponibles o utilizados (input), 2) qué actividades se hacen y cómo se hacen (output), y 3) el cumplimiento de los objetivos (outcome); de tal manera que se evite el abuso de poder, fraude y mala gestión, y, al mismo tiempo, se fomenten comportamientos de gestión deseables (Echevarría y Mendoza, 1999). Sin embargo, hay características estructurales del entorno -por ejemplo, el nivel de las condiciones sociolaborales, el grado de satisfacción de los ciudadanos, el grado de motivación de los funcionarios, etc.- que modulan el paso entre los diferentes niveles de control. Esto significa, entonces, que para conseguir un buen resultado no basta con que los recursos sean suficientes y el proceso correcto, sino que los factores del entorno (externos a los programas) coadyuven a la consecución de los objetivos o resultados esperados. El objetivo de este trabajo es doble. Por una parte, proponer una metodología para evaluar programas de formación online dentro del campo de la Administración Pública. Por otra parte, evaluar el grado de efectividad de los cursos asociados al Área de Cohesión Social y Gestión de la Seguridad Social, teniendo en cuenta los objetivos del curso y los motivos por los que un participante decide inscribirse en éstos. Dado que muchos de los efectos de los programas formativos no son tangibles, no basta con utilizar datos cuantitativos; sino que es necesaria la combinación de técnicas de investigación social cuantitativa y cualitativa. Aunque en este caso se utilizó la encuesta online como instrumento de recogida de información sistemática, a un bajo coste y en un tiempo razonable, también se optó por una formulación abierta de las preguntas con la finalidad de identificar una amplia variedad de posibles efectos de los cursos. Los resultados obtenidos ponen en entredicho alguno de los prejuicios respecto a la baja calidad y efectividad del E-Learning como modalidad para enseñar y aprender en contraposición a la modalidad presencial. Se refuerza la hipótesis de que la efectividad de la formación, con independencia de la modalidad, depende más de cómo haya sido diseñado el proceso de aprendizaje por parte de los tutores que de la modalidad de enseñanza en sí misma. Aún más, que el 50,69% del total de participantes efectivos declare haber estado en contacto con algún compañero para intercambiar información tras finalizar el curso nos tiene que ayudar a comprender lo importante que es aplicar una metodología centrada en el aprendizaje situado y colaborativo de tal manera que se creen espacios que refuercen el proceso de socialización con sus pares a través del aprendizaje, especialmente en aquellos cursos de larga duración.