El compromiso de los actores que construyen la realidad pública laboral, para la transformación de realidades complejas y la búsqueda de políticas de equidad
Resumo
La comparación de las oportunidades y el trato que mujeres y hombres han tenido a lo largo de la historia no ofrece dudas acerca de la persistencia de diferentes manifestaciones de la discriminación y la inequidad entre ambos géneros. Es cierto que, aunque aún persisten algunos obstáculos, en los últimos tiempos se perciben avances considerables en el escenario legal y laboral marcando una tendencia a la integración definitiva y creciente de la mujer. Las negociaciones colectivas son instrumentos imprescindibles cuando cuestiones de vital importancia que involucran actores diversos están en juego; los convenios colectivos de trabajo son una excelente muestra de ello. A través de los mismos se logró incorporar cláusulas de avanzada, como la definición, prohibición y sanción de la violencia laboral; la igualdad del trato en al ámbito laboral, y la creación de una comisión paritaria de igualdad de oportunidades, que resguarde estos derechos, entre otras. Al día de hoy están funcionando alrededor de cincuenta Comisiones de Igualdad de Oportunidades y de Trato en las distintas jurisdicciones y organismos descentralizados de la Administración Pública Nacional. En al ámbito del empleo público, la búsqueda de la transformación de las actuales condiciones laborales, exige responsabilidades compartidas entre el Estado empleador y los Sindicatos, por eso adquiere suma importancia el desarrollo de estos espacios paritarios. No podemos hablar de equidad ni de impulsar políticas públicas eficientes y eficaces para erradicar la violencia laboral, simplemente respondiendo a una normatividad jurídica que tenga entre sus principios básicos la igualdad Lo que sí debemos es articular esfuerzos y trabajar en forma conjunta para la implementación de políticas de igualdad de oportunidades y de trato concretas y activas, que transformen estas realidades complejas.