Consejos Federales y gestión intersectorial en las políticas sociales de Argentina
Abstract
En la década de los 90, bajo el auge del neoliberalismo, primó en Argentina la transferencia de responsabilidades a las provincias y municipios, sin la consiguiente transferencia de recursos. El Estado se retiraba, omitiendo funciones y responsabilidades en las políticas sociales alcanzadas por una descentralización irresponsable. En esta primera década de los años 2000 ese proceso está en franca reversión, a través de una serie de cambios en la articulación federal de las políticas públicas. El presente documento se centra centrándose en dos de los aspectos más relevantes de esos cambios. Asistimos, por un lado a la reformulación funcional y a la revitalización política de los Consejos Federales, en tanto se constituyen como un nivel de articulación con capacidad decisional entre el Estado Nacional y las Provincias. Por otro lado se registra una innovación en la gestión, asignación y control de las prestaciones y servicios sociales alcanzados por la acción de los Consejos Federales, en los cuales, a través de diseños organizacionales con una visión intersectorial, se promueve la participación los municipios a través de sus gobiernos, de organizaciones académicas a través de especialistas, y de la sociedad local, a través de organizaciones comunitarias y sociales. Se presentan tres casos de Consejos Federales en los cuales se identifican, con distinta intensidad, los cambios arriba enunciados: a) El Programa Jefes y Jefas de Hogar, que fue la principal contención a las demandas sociales apremiantes que se manifestaron con la crisis del 2001/2002. b) El Consejo Federal de Educación, que repone al Estado Nacional como corresponsable en la descentralización del sistema educativo. c) ACUMAR, Autoridad de la Cuenca Matanzas-Riachuelo, que configura una articulación compleja en una misma entidad entre los tres niveles de gobierno, nación, provincias, municipios y cierta participación social. La superación del antifederalismo y la idea de integralidad, como procesos positivos y la ausencia de metodologías de intersectorialidad así como entramados orgánicos muy complicados, como procesos problemáticos, son algunas de las conclusiones de la ponencia