El control externo de la administración como fundamento de la democracia
Abstract
Se trata de efectuar una aproximación cuyo eje central consistirá en la demostración de que la evolución social, económica, tecnológica y política incide sobre los tradicionales mecanismos de control externo de modo intenso por cuanto en ella se trastoca no sólo el concepto y la finalidad del control público sino, muy especialmente, el objeto del mismo, es decir, las cuentas públicas o la actividad económico financiera del sector público. A decir verdad, es el concepto mismo de sector público el que salta por los aires desbordando una secularmente pacífica construcción juridicista que en sus más conocidas formulaciones arranca del pensamiento liberal del siglo XVIII (separación entre estado y sociedad) y alcanza su cenit en la brillante construcción positivista del siglo XIX, fundamentalmente de juristas y filósofos alemanes e italianos1. Desde un punto de vista más práctico y reciente podemos hablar de la obsolescencia de la configuración arquitectónica de la administración napoleónica, incluyendo el diseño de los, hoy vetustos, órganos de control. El trabajo se articula, entonces, en torno a estas cuestiones que, estimo, no han sido profundamente tratadas por la doctrina desde una perspectiva de Ciencia Política. En efecto, la alta consideración de los organismos fiscalizadores, tal vez la universalizada conciencia de su "necesidad" (es decir, de la necesidad de su función) y quizás, enfin, su modesta posición en relación a los actuales debates políticos (se sitúan en la zona "tibia" y sombreada del tráfico político y mediático) han permitido que con el paso de los años hayan ido acumulando un prestigio casi nobiliario (es decir, generalmente reconocido, pero sin que se sepa exactamente porqué) junto a una conciencia de satisfecha profesionalidad endogámica. Se cumple una elevada función (escasamente definida) con arreglo a una técnica depurada sin que ninguna inquietud teleológica trastorne el pacífico, pero profundamente conservador, escenario. Trascender, entonces, el camino comúnmente recorrido que parte siempre de las definiciones jurídicas para pregunta el porqué de una función y en consecuencia, el cómo del órgano destinado a atenderla me parece un planteamiento más novedoso e interesante. El orden seguido en este trabajo parte, en efecto, de estas preguntas y se inicia con sendas reflexiones sobre la evolución conceptual del Control Público y de la Administración, desde unos antecedentes relevantes hasta las actuales incógnitas de la política postindustrial y globalizadora.