Una nueva universalidad a partir del respeto a la diferencia
Resumen
En reacción a un modelo de políticas sociales en el cual los beneficios se extienden de forma focalizada en función del ingreso de las personas, se viene debatiendo e impulsando la construcción de modelos universales que construyen protecciones sociales centradas en la noción de ciudadanía. Tales protecciones requieren de la identificación de intervenciones efectivas, es decir acciones que generen impactos concretos sobre la calidad de vida de los ciudadanos. Al mismo tiempo, en la medida en que se apunta hacia la universalidad, se acentúan los desafíos que involucra el mantener la diversidad y el ajustarse a las necesidades específicas de cada región, localidad y grupo poblacional. El nuevo universalismo plantea, entonces una tensión entre diversidad y efectividad. En este trabajo se postula que el campo de la salud pública constituye una arena particular para avanzar en la construcción de protecciones universales que sean efectivas y al mismo tiempo adaptadas a las necesidades particulares de cada población. La epidemiología provee un conjunto de herramientas para determinar de forma objetiva las necesidades de cada grupo poblacional. Indicadores de mortalidad, morbilidad y otros que agregan ambos como las metodologías que miden la carga de enfermedad, permiten identificar cuales son los problemas de salud que generan mayor impacto sobre la población. Se plantea, entonces, la premisa de cómo construir protecciones efectivas para toda la ciudadanía del país en su conjunto, pero a partir de organizar redes de servicios e intervenciones a través de modelos de cuidados que logren garantizar cuidados homogéneos en términos de acceso y calidad.