La configuración de estrategias locales para el fortalecimiento estatal en los diferentes estadios de representación: el caso andaluz
Resumen
Son muchas las voces que han ido, cada vez más, poniendo de manifiesto la necesidad de adoptar medidas de política que aborden y hagan confluir intereses generalizados (globalización) con aquellas otras que dan respuesta a interese locales. Estas corrientes de interpretación de políticas que añaden el elemento territorial/espacial a los factores de desarrollo se configura como una manera de reconocer las capacidades y necesidades a la que el Estado debe saber dar respuesta. De esta manera se está dotando a la acción de gobierno de atributos de cercanía en los que los diferentes niveles de ejecución y poder (internacional, estatal, regional y ahora local) encuentran un campo de actuación en el que deben confluir. Este componente se verá completado por el humano, por cuanto el empoderamiento a través de la participación estará presente en los diseños de política en estos niveles. Aparecen así elementos claves como la coparticipación (entre sociedad civil y estado), la situación espacial (el trabajo en red), la corresponsabilidad (entre los estratos de gobierno) o la concertación social (entre los agentes sociales, económicos y gubernativos). En la presente comunicación se pretende contar la experiencia que ha llevado a cabo el gobierno regional de Andalucía, a través de la Consejería de Empleo, para la implementación de políticas activas de empleo, modelizada a través de la figura jurídica del Consorcio entre las administraciones locales y regionales, y con la participación activa de los agentes económicos y sociales presentes en el territorio y con representatividad regional. Dotar a esta estrategia de política de un carácter de estructura estable, a través de la firma de Convenios de Cooperación para la constitución de los Consorcios ha generado un nuevo concepto: la corresponsabilidad entre las Corporaciones Locales y el departamento de empleo del gobierno regional para la puesta en marcha de estas políticas activas. Esta corresponsabilidad, que protagoniza desde el inicio las nuevas dinámicas de creación de empleo y desarrollo económico en Andalucía, implica: - Una importante voluntad política, al formalizarse el establecimiento de unas relaciones. - Un compromiso de trabajo posterior: generándose espacios de participación y colaboración en el ámbito local. - La creación de una nueva figura jurídica que amplía e innova el proceso de intermediación laboral. - La adopción de un método de trabajo, fundamentado en la planificación por objetivos y la evaluación del rendimiento y del desempeño. Elementos clave como la coparticipación entre todos los agentes sociales, económicos y gubernativos de cada zona, y la situación espacial de las distintas unidades, han sido fundamentales para evitar los posibles desequilibrios territoriales de una comunidad tan vasta como la andaluza, y favorecer así la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos en materia de empleo, especialmente entre los colectivos prioritarios: mujeres y jóvenes.