El aporte de la política pública y de la nueva gestión pública a la gobernanza
Resumo
El proceso de gobernar se ha vuelto preocupación ciudadana y objeto de estudio. La cuestión cognoscitiva y política ya no se centra en el sujeto gobierno sino en el proceso de gobernar, en su capacidad y eficacia directiva. Los cambios sociales y políticos, detonados por la democratización y la liberalización económica global, han debilitado la capacidad directiva de los gobiernos en varios asuntos de la vida social, particularmente en lo relativo al desarrollo económico, y además le han demandado capacidades (certidumbre jurídica, seguridad pública, administración pública de alto rendimiento...) que los gobiernos no poseen o poseen en modo insuficiente. Para dar respuesta a esta cuestión crucial han surgido dos enfoques, la gobernabilidad y la gobernanza. En el artículo se señalan las principales limitaciones del enfoque de la gobernabilidad para construir la capacidad directiva del gobierno y se exponen los rasgos esenciales de la gobernanza, que es el nuevo proceso de dirigir a la sociedad y que se caracteriza por la interdependencia, interacción, asociación entre actores públicos, privados y sociales. A la formación de este nuevo modo de dirección, junto con la democratización política, contribuyó la recepción del Análisis de Políticas Públicas y de la Nueva Gestión Pública en nuestros países. Su énfasis en asegurar la eficiencia económica del gobierno condujo a formas de trabajo conjunto con el sector privado y social en el abordaje de los asuntos públicos, que dio origen a una nueva forma de gobernar. En este sentido, las disciplinas y prácticas de la administración pública han contribuido al nacimiento de la nueva gobernanza y ésta ha transformado, a su vez, la organización y las actividades de la administración pública.