La coordinación intergubernamental para el desarrollo metropolitano en el estado de México: el caso de la zona metropolitana del valle de México
Resumen
Este artículo analiza la coordinación intergubernamental que el Estado de México impulsa, por medio de la Secretaría de Desarrollo Metropolitano, en coordinación con el Gobierno Federal y Distrito Federal, en la Zona Metropolitana del Valle de México para dar solución a problemas metropolitanos que traspasan los límites territoriales y jurisdiccionales entre las unidades políticas como son: Transporte y Vialidad, Asentamientos Humanos, Agua y Drenaje, Seguridad Pública, Medio Ambiente, Desechos Sólidos, Límites Bilaterales y Protección Civil. En México se cuenta con 9 zonas metropolitanas cada una con más de 1 millón de habitantes. En el Estado de México, se albergan 2 zonas metropolitanas de alta influencia, una parte de la del Valle de México y la zona de Toluca. Actualmente, la Zona Metropolitana del Valle de México está conformada por las 16 delegaciones del Distrito Federal y 59 municipios del Estado de México; en ésta se concentran más de 18 millones de habitantes convirtiéndose en la segunda metrópoli más grande del mundo después del corredor Tokio-Yokohama. Esto la convierte en una de las zonas con más alta densidad de población en el mundo, lo que se traduce en un gran reto para los gobiernos municipales y delegaciones en la dotación de los servicios públicos eficientes en los 59 municipios mexiquenses y las 16 delegaciones del Distrito Federal. Principalmente por lo que se denomina "la confusión de las subdivisiones políticas". Es decir, que la confirmación de continuidades económicas y sociales no reconoce fronteras artificiales que derivan de un pacto federal. Estas conformaciones metropolitanas requieren de atención homogénea, lo cual se dificulta por el régimen de competencias que origina se fragmenten las relaciones ya existentes (Roque, 1994). De esta manera el fenómeno metropolitano implica la superposición de funciones de varios niveles de gobierno que da lugar a situaciones complejas en la provisión los servicios públicos y; aunado a la poca representatividad de los municipios en niveles de administración superior, dificulta los mecanismos de financiamiento y distribución de recursos públicos hacia los niveles subnacionales. A pesar de que en el Estado de México existen algunas experiencias de coordinación metropolitana, éstas son incipientes puesto que las metrópolis siguen creciendo de manera desordenada y la prestación de los servicios públicos es cada vez más problemática. De ahí la necesidad de generar y fortalecer mecanismos de coordinación entre los gobiernos del Distrito Federal, del Estado de México y sus propios municipios metropolitanos para lograr una visión metropolitana de largo plazo que verdaderamente de respuesta a las necesidades de los crecientes niveles de la población.