A reforma do Estado dos anos 90 : lógica e mecanismos de controle
Abstract
Se examinan los lineamientos fundamentales de la reforma del Estado, en curso tanto en los países desarrollados como en desarrollo. Sobre la base de un modelo sobre la lógica de los mecanismos de control de las sociedades capitalistas, se consideran los siguientes aspectos: delimitación del área de actuación del Estado, desregulación; aumento de la capacidad de gobierno; y conquista de la gobernabilidad. La reforma del Estado, iniciada en los años 70 y profundizada en los años 80, es un proceso histórico cuya dimensión es proporcional a la magnitud de la crisis que lo afecta. Esta crisis propició el resurgimiento del liberalismo y una aguda crítica de las formas de intervención o de regulación del Estado por parte de sectores intelectuales. En contrapartida, el realismo de los políticos condujo en la década de los 90 a abandonar la idea de un Estado mínimo y a concentrar la atención en la reforma del Estado. Se planteó que siendo la crisis del Estado la causa fundamental de la gran crisis económica de los años 80, lo más acertado sería reconstruirlo en lugar de destruirlo. El resultado de la reforma será un Estado más eficiente, que responda al ciudadano. Será un Estado que actuará de común acuerdo con la sociedad para satisfacer sus necesidades.; un Estado menos orientado hacia la protección y más para la promoción de la capacidad de competencia, que no utilizará burócratas para ejecutar los servicios sociales y científicos, sino que contratará en una perspectiva competitiva organizaciones públicas no estatales. Este Estado puede ser llamado Estado Social-Liberal, en sustitución del Estado Social-Burocrático del siglo XX. Para el estudio de los cuatro grandes temas que componen la reforma del Estado, a saber: la delimitación del área de actuación del Estado, la desregulación, el aumento de la capacidad de gobierno y la conquista de la gobernabilidad, se presenta un modelo original. Este modelo se basa en la distinción entre propiedad estatal, pública no-estatal y privada; se basa también en el ajuste fiscal y en la reforma administrativa para asegurar la capacidad de gobierno, y en el desarrollo de instituciones políticas que garanticen una mejor intermediación y representación de intereses. La reforma del Estado de los años 90 supone la presencia de ciudadanos para los cuales ella se orienta. Se trata de ciudadanos menos protegidos o tutelados por el Estado, y por ende más libres, en la medida en que el Estado reduce su actitud paternalista, se torna competitivo y exige mayor madurez política. Por su parte, los ciudadanos serán más individualistas, pero paradójicamente también más solidarios, capaces de asociarse en instituciones de interés público. La reforma actual no parte de la premisa burocrática de un Estado aislado de la sociedad, ni de la premisa neoliberal de un Estado sin sociedad, en que los individuos toman decisiones aisladamente en el mercado económico y político. En este contexto, el Estado que está surgiendo no será inferior ni superior a la sociedad, sino que estará dando mecanismos para una mayor participación ciudadana. A.S./M.N.