Crisis y reformas del Estado latinoamericano
Abstract
Se describe la evolución del papel desempeñado por el Estado en América Latina. Se hace referencia al Estado intervencionista, proteccionista y benefactor, y al intervencionismo neoliberal de las décadas de 1960 y 1970. Se comentan las coacciones y limitaciones tanto externas como internas impuestas a la acción del Estado y se plantean algunas conclusiones sobre el tema. El papel central del Estado, su intervención y autonomización respecto a la economía y a la sociedad, han sido una constante histórica en América Latina. El Estado, encarnado en distintos sectores de poder, preexiste a la Nación, y como tal ha creado las principales condiciones para la integración internacional, la estructuración y el funcionamiento de la economía, la sociedad y el régimen político, y las políticas de desarrollo. Las crisis y reformas del Estado se han dado en distintos momentos históricos, desde la independencia y la organización nacionales. Desde 1930 ó 1945 hasta la actualidad se han sucedido dos modelos significativamente diferentes: en primer término, un intervencionismo-proteccionista-benefactor, y seguidamente, un intervencionismo neoliberal. El intervencionismo estatal se vincula con el modelo de Industrialización Substitutiva de Importaciones. Siguiendo este modelo, el Estado incrementó y diversificó las funciones de represión, control social y político, arbitraje y solución de conflictos entre clases y grupos. Igualmente, reforzó su autonomía y su papel regulador de las relaciones internacionales. Desde los años 1960 y 1970, el intervencionismo estatal en América Latina evidenció insuficiencias y limitaciones, que propiciaron la realización de profundas reformas concretadas en las décadas siguientes, bajo el signo de la liberalización económica. De manera aparentemente paradójica, las reformas neoliberales se han diseñado e implementado mediante un fuerte intervencionismo estatal y prácticas autoritarias. Entre las principales finalidades y dimensiones de estas reformas se incluyen las siguientes: saneamiento y estabilización de las finanzas públicas; control de la inflación; severas medidas monetarias y fiscales; adelgazamiento o desmantelamiento del Estado; liberalización de las actividades económicas externas e internas y privatización de empresas públicas. Lo que resta del intervencionismo del Estado resulta de las restricciones externas e internas que imponen las coordenadas del sistema, bajo la forma de patrones de estructuración y funcionamiento. En lo externo, inciden factores tales como la incertidumbre, la globalización y la transnacionalización, con consecuencias concentradoras y marginalizantes, y la erosión de la soberanía del Estado-Nación. El Estado promueve el crecimiento y la modernización, con la participación de distintos sectores de la sociedad civil. Sin embargo, éste es un proceso incierto e insuficiente, confiscado por grupos privilegiados. En estas condiciones, se incrementa la necesidad de la mediación arbitral y la rectoría del Estado, lo que podría llevar a la resurrección de un neo-estatismo, cuyas formas dependerán de múltiples factores. C.S./M.T.